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La ‘reválida’ de los más pequeños

Se han dispuesto material y preguntas tipo en la web del Ministerio de Educación. / DA
Se han dispuesto material y preguntas tipo en la web del Ministerio de Educación. / DA

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Sin carácter vinculante, pero con puntuación y como herramienta para mejorar el sistema de enseñanza. Un total de 2.948 alumnos canarios de Educación Primaria pondrán a prueba sus destrezas y habilidades en comprensión oral y escrita, así como en cálculo y resolución de problemas. Se trata de la primera de las cuatro evaluaciones externas que contempla la LOMCE, la nueva ley aprobada por el Ministerio que dirige José Ignacio Wert, y que servirá para comprobar el nivel de los niños y detectar carencias a tiempo.

Esta especie de selectividad para los más pequeños ha provocado la oposición de docentes y familias en muchas regiones, entre ellas Galicia y Cataluña, donde algunos centros han protagonizado insumisiones colectivas. También ha ocurrido, aunque en menor medida, en Canarias. La Consejería, que ya había llevado la LOMCE ante el Tribunal Constitucional, ha optado por hacer una evaluación experimental en la que solo examinará a una parte del alumnado matriculado en ese curso. El Ministerio ha advertido de que las comunidades que protagonicen el boicot serán llevadas al Tribunal de Inspección.

En la prueba, que se desarrollará el miércoles y el jueves, participarán un total de 82 centros: 71 públicos -seis escuelas unitarias y rurales- y 11 colegios concertados o privados. Además, la Consejería, para que la muestra sea equitativa, ha escogido al menos un centro de cada una de las 63 zonas de inspección que existen (45 han participado voluntariamente y 37 han sido seleccionadas de manera aleatoria).

Oposición

Las regiones que se han manifestado en contra insisten en que la norma es ambigua y no se especifica cómo se trasladará el resultado de la prueba al expediente del alumno. En el Archipiélago, según ha anunciado la Consejería de Educación, el examen, que solo analizará las competencias, tendrá carácter orientativo. Las cuestiones que se planteen serán de aplicación práctica, es decir, tratarán sobre situaciones reales de la vida cotidiana y se ubicarán en diferentes contextos. En ningún caso tendrán un enfoque conceptual o memorístico. Además, la evaluación servirá para obtener información complementaria del escenario social a través de unos cuestionarios dirigidos específicamente a familias, profesorado, alumnado y directores. De esta forma se podrán analizar variables de contexto, recursos, procesos y resultados escolares, como factores intervinientes en los procesos educativos que se desarrollan en las aulas y los centros.

Los responsables educativos de Canarias quieren que en las Islas la prueba se convierta en un proceso de evaluación interna para el centro y los sectores que lo conforman, con la intención de potenciar la cultura de la evaluación como factor de mejora y calidad.