Se oponen a que los alumnos del Clara Marrero vayan “a un palomar”

Los padres de los alumnos del colegio de Infantil Clara Marrero, ubicado en el barrio portuense de La Vera están muy molestos y se niegan a que sus hijos “tengan que ir obligadamente a un palomar”, como sostuvo una de las madres durante la reunión mantenida ayer con representantes de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

El enojo de los familiares es por la manera en que se enteraron de que los alumnos iban a ser trasladados al colegio Juan Cruz Ruiz el próximo curso escolar, dado que el Clara Marrero cierra sus puertas para Infantil y acogerá a los alumnos del colegio público de Educación Especial Inés Fuentes, situado en Icod de los Vinos, que se encuentra en muy malas condiciones según la Consejería.

Los progenitores tenían esperanza de que su incertidumbre se aclarara tras la reunión, pero fue todo lo contrario, ya que confirmaron que el colegio cerrará sus puertas como Infantil. “Aunque ni siquiera lo dijeron así de claro”, apuntó un padre, porque nos pidieron “que esperáramos hasta el 28 de agosto, día en que nos invitaban a subir al colegio para comprobar que se ejecutaron todas las obras necesarias para poder acoger a alumnos de 3, 4 y 5 años”.

Los familiares subrayan que ya “no tienen opción ni posibilidad de elegir” otro colegio para inscribir a sus hijos puesto que el plazo para hacerlo ha finalizado. Pero se niegan a que vayan al colegio Juan Cruz Ruiz -más conocido como el de La Vera-, que, según ellos, “todavía no se ha desinfectado al completo” tras lo sucedido en septiembre de 2012, cuando fue invadido por palomas.

También dudan de que las obras de acondicionamiento que es necesario acometer, la remodelación de los mecanismos de seguridad, al igual que los espacios adaptados que precisan los más pequeños, se terminen en dos meses. “Eso es imposible”, apuntan, e implica “empezar el curso escolar en malas condiciones”. Por todo ello, se niegan a quedarse con los brazos cruzados y pedirán una cita con la viceconsejera de Educación para intentar buscar una solución al cierre del centro donde acuden sus hijos. Por último, aclaran que “en ningún momento” rechazaron que los alumnos del colegio Inés Fuentes fueran a estudiar al barrio. “Se está utilizando esta demagogia para desviar la atención del problema y enfrentarnos a nuestros vecinos”, recalcan.