EP | Madrid

La selección española femenina de fútbol empató ayer con Costa Rica (1-1) en el primer partido de su historia en un Mundial, encuentro que deja un sabor agridulce en las pupilas de Ignacio Quereda, que dispusieron de ocasiones para llevarse el triunfo, pero a las que faltó puntería.

El aspecto desangelado del Estadio Olímpico de Montreal (Canadá), con las gradas prácticamente vacías, contrastaba con los rostros de orgullo que se divisaban en la selección española mientras sonaba el himno español.

La responsabilidad no provocó nervios y España empezó tocando con soltura y monopolizando el control de la pelota. Fruto de este dominio llegó la acción demoledora de Vicky Losada, que inscribió su nombre en la historia del fútbol español.

La jugadora del Arsenal recibió de espaldas, se dio la vuelta con una gran maniobra y empaló un tiro colocado al palo izquierdo que la guardameta Dinia Díaz solo pudo acompañar con la mirada. Sin embargo, la celebración duró apenas un minuto, ya que Costa Rica aprovechó la borrachera española de alegría para empatar en la siguiente acción.