TRIBUNA

Tita – Por Antonio Alarcó

Decía Cicerón, escritor, orador y político romano, que la vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos. Precisamente, por esta razón, hoy queremos recordar en estas líneas a Vicenta Díaz Sáez, nuestra querida Tita, inolvidable alcaldesa de Güímar, compañera en labores de gobierno como consejera del Cabildo insular de Tenerife, en el área de Carreteras, y secretaria general del Partido Popular tinerfeño.

Un 18 de junio, de hace ya cuatro años, te fuiste de este mundo como siempre habías vivido: luchando. La tuya, Tita, fue una desaparición triste, prematura, y por tanto injusta que aún hoy seguimos lamentando todos los que te queremos, que somos muchos.

Es el aprecio lógico a una persona entusiasta, comprometida y sincera, leal y nunca servil, que supo dedicarse en cuerpo y alma a sus semejantes: a su familia, a sus vecinos y a cada uno de sus compañeros en política, a quienes supo enseñar que esta dedicación a los demás ha de ser siempre entendida como servicio, jamás como beneficio.

Junto a Cristina Tavío, José Casañas y Andrés Miranda, que vinieron a completar mi compromiso social de siempre, fuiste la responsable de mi entrada en la vida política. Para muchas de las personas que formamos parte del Partido Popular fuiste la maestra, el espejo donde mirarse, el ejemplo a seguir.

Y ahí están: Carmen Luisa Castro, nuestra Luisi. Tu alumna aventajada, casi una hija, que siguió tus pasos y que hoy es la alcaldesa indiscutible de Güímar. Tu apuesta por ella ha dado sus frutos, y tus enseñanzas combinado con su gran trabajo la han llevado a ser una digna representante del municipio al que tanto querías. Estoy convencido de que Luisi será una gran alcaldesa para Güímar, porque así lo ha demostrado. Sus vecinos la han premiado por ello, y sabrá conducir con orgullo y acierto la gran herencia que, un día, depositaste en ella.

No quiero olvidarme de otra persona, a la que aprecio como colaboradora y como persona, y para quién fuiste un referente: María José Tacoronte. Le diste una oportunidad profesionalmente como periodista y al final dio el salto a la política, también de tu mano. Nosotros continuamos imitándote.

Te alegraría saber que ocupó en el pasado mandato un sillón como consejera en el Cabildo Insular de Tenerife y que hoy es la portavoz del PP en su municipio: San Miguel de Abona. Ambas, y me consta, te siguen teniendo presente porque las personas que dejan huella nunca se olvidan. Ese sentimiento también lo comparto con ellas. Aun hoy, y ya para siempre, nos sentimos y me siento profundamente amigo tuyo, y veo que estoy adornado por tu amistad, como parte de tu familia que me considero. Fue mucho lo que aprendí de ti en la vida y en política, incluso como médico, porque siempre apuntaste hacia la verdad y la lealtad.

Quizá por esa valentía, y esa forma justa de actuar en cada momento te llevaste alguna desilusión tanto en el plano político como personal. Incluso algunos te intentaron hacer daño de manera totalmente injustificada. Pero de esos momentos también nos diste una gran lección: el tiempo pone a cada uno en su lugar.

A ti te dejó como lo que eras: una gran señora. Una persona especial, honrada y con una gran personalidad. Siempre transmitiendo tus ideas con esa mirada franca, con esa alegría que te caracterizaba, y lo mejor de todo creando equipos. Porque tú más que nadie sabías sacar lo mejor de los demás, confiando en ellos, y haciéndolos partícipe y parte importante de tus proyectos, que eran al final los proyectos de tu gente.

Tita, para muchos nuestra querida Tita, nos dejó hace ya cuatro años, pero nos queda el ejemplo de lucha y entereza ante la adversidad que nos lega, plasmado para siempre en su testamento vital. Desde ese lugar incierto pero hermoso al que, sin duda, van las personas como ella – aunque practicamos la duda metódica-, estará observando cada uno de nuestros pasos y vivirá por siempre pendiente de nosotros.
Hasta siempre.

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