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Turismo, más que un negocio – Por Antonio Pastor

Cuando leemos en revistas especializadas que un fabricante chino busca inversores para continuar con la creación de nuevas islas en el mar de China meridional, amén de la media docena ya construidas, extrayendo arena, uno se plantea que la reposición de arena en nuestras playas era de extrema necesidad, pues no se cubren las expectativas vacacionales del turista, y menos aún del isleño, para este verano. Luego nos quejamos. No hablemos de la inversión que un grupo catarí realizará con un hotel de lujo de 130 metros en el dique de levante del puerto de Málaga. Aquí, en Tenerife, atascados y a la espera de la reconversión del balneario en hotel, que se debió integrar al proyecto de mejora de Valleseco. Otro gigante chino, HNA, quiere mantener su statu quo y blindar su poder con el 29,5% en el grupo NH Hoteles, que desde 2013 abrió el mercado asiático también al subsector turismo, mejorando sus números entre enero y marzo con unos ingresos de 272,3 millones de euros, reduciendo sus pérdidas netas hasta 29,1 millones, un 24,7%. Nos enfundamos en un mar de lágrimas, como pedigüeños, entregándonos más a la contemplación de las cifras que a la inversión, innovación y desarrollo de la ciudad santacrucera. Pero lo de buscar nuevos inversores y aprovechar las zonas improductivas del litoral portuario y convertirlas en negocio turístico, ni idea. ¿Acaso hemos olvidado que turismo es un subsector estratégico del sector servicios? Sin embargo, la inversión española en Latinoamérica, Colombia por ejemplo, creció un promedio del 30% anual en turismo sólo son algunas ideas que ponen en cuestión la mala gestión del político en la captación de nuevas inversiones que beneficien a la sociedad capitalina. Y no es porque nuestros empresarios no lo deseen. No se les dan las facilidades fiscales necesarias a fin de que los promotores ejecuten sus proyectos. Siguen publicando, desde la Consejería de Turismo del Gobierno Canario, caducos soportes publicitarios sin reparar en gasto, ignorando que son las ideas las que ayudan al turista a decidir mejor. Pero las ocurrencias siguen a la orden del día. Como decía José Luis del Val (Universidad de Deusto), “es necesario formar profesionales tanto desde la perspectiva tecnológica, como desde la perspectiva del negocio”. Estamos obligados a repetir legislatura. La vanidad en política la refleja muy bien Baltasar Gracián: “Nunca acompañarse con quien le pueda deslucir ni se arrime a quien le eclipse, sino a quien le realce”. Recordemos que turismo es más que un negocio que necesita, también, inversión externa para crear puestos de trabajo.

*Miembro de la AIPET