
NORBERTO CHIJEB | Güímar
Carmen Luisa Castro (PP) gobernará cuatro años más el municipio de Güímar gracias a su clara victoria (ocho concejales, a uno de la mayoría absoluta) el pasado 24 de mayo. Volverá a hacerlo, como estos dos últimos años, junto a Coalición Canaria, y ha apostará por “renovar el trabajo que ha sido avalado por las urnas”, insistiendo en la necesidad de que Gobierno de Canarias y Cabildo den los permisos para desarrollar en zonas del barranco de Badajoz los millonarios proyectos que prometió.
Hasta el 15 de septiembre, Castro mantendrá a los nacionalistas Javier Mederos y Gustavo Pérez en sus áreas, Hacienda y Comercio, exigiendo al primero que culmine antes que acabe el mes de agosto el presupuesto del presente año, después Francisco del Rosario ocupará Hacienda y Mederos pasará a Empresas Concesionarias y Desarrollo Local, mientras que el otro edil de CC gestionará Cultura y Fiestas.
Luisa Castro, en su discurso de investidura, señaló que “hemos captado el mensaje que, tan generosamente, nos han brindado las urnas: el gobierno de los últimos años, bajo el pacto fundamentalmente con CC, ha dado sus frutos positivos, ha superado con nota aquellas revindicaciones que proponía, cuando inició su camino, en su común programa. Entonces, el objetivo fundamental consistía en sacar a Güímar de la crisis y el letargo, y reactivar toda una serie de hitos que tiene esta tierra, desde la economía y los comercios, hasta la cultura y la sociedad, de modo que, no existiera área o grupo por cubrir y atender. Se sostuvo y se sostiene que mediante la inversión de capital para la consolidación de proyectos de envergadura como Mimiland, geotermia, alcanzaríamos cotas de empleo, bienestar y desarrollo que finalmente acabarían por distribuirse entre todos los güimareros, así como todo un plan que incentiva el papel de los emprendedores y la implicación, de las siempre tan demandadas áreas de las nuevas tecnologías, los hitos patrimoniales y la sostenibilidad”.
Para la alcaldesa, “el acuerdo sólido y duradero supone una renovación de ese programa. No es tanto una mera continuidad, pues de ser así, estaríamos incurriendo en el inicio de un nuevo letargo, viviendo de promesas y de pasado. Nada de eso, con las muchas ganas que tenemos de trabajar, es renovación, no continuidad. Desde ya, empezaremos a afanarnos en todo aquello que quedó pendiente, vamos a pulir los desajustes y desencuentros, y mejorar, con la ayuda del pueblo y demás fuerzas sociales y políticas, aquellos aspectos que resultaron conflictivos o discrepantes”, lanzando además un mensaje a la oposición: “Para nosotros lejos quedan ya los tristes y viejos rencores de la política tradicional”.
“Nuestra estrategia -añadió- no es más que el acercamiento barrio a barrio: un seguimiento que se moldeará a las reclamos populares de cada esquina de Güímar. En definitiva, mi propósito más firme, aprovechando esta trascendental situación, es rejuvenecer el ánimo, alentar a la dignidad de pertenecer a este municipio, recuperar el orgullo de ser de Güímar”.