SUCESOS

La acusada queda libre al apreciarse homicidio involuntario

La acusada, durante el proceso. / SERGIO MÉNDEZ
La acusada, durante el proceso. / SERGIO MÉNDEZ

La tinerfeña de 42 años de edad a la que se juzgaba por el asesinato de su propio bebé recién nacido quedó ayer en libertad al apreciar ayer un jurado popular que sólo es responsable de homicidio imprudente. Habida cuenta de las atenuantes que presenta la mujer y el tiempo que ya ha pasado en prisión, el propio jurado recomendó la suspensión de la pena, solicitud que hizo suya el magistrado ponente de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, Ángel Llorente.

Cabe recordar que el delito de homicidio imprudente está penado con la privación de libertad de uno a cuatro años, y que la acusada lleva casi dos años en prisión.

El caso alcanzó cierta notoriedad dado que el cadáver del neonato apareció en el vertedero del municipio de Arico, allá por agosto de 2013.

En cuanto a la decisión de ayer, destacar el buen hacer del tribunal de jurado popular, sin duda favorecida por la confección de objeto de veredicto (suerte de cuestionario que deben responder), que apenas ofrecía dificultades a los legos en Derecho.

Ya durante el juicio resultó evidente que no estaba en el ánimo de la acusada acabar con la vida de la criatura, al punto de que ni siquiera supo que se encontraba embarazada.

Incluso, un forense reconoció que desconocían las causas que causaron la asfixia al bebé, que pudo provocarse incluso durante el propio parto.

Por contra, se considera que la actitud negligente de la acusada le costó la vida al pequeño, y de ahí la condena por homicidio imprudente. Como atenuantes cuentan la colaboración prestada en todo momento por la acusada y la leve discapacidad mental que padece.

Coherente con su postura durante el proceso ya que pedía 20 años de cárcel por asesinato, la Fiscalía anunció que se opondrá a la suspensión de la pena.