Sergio Aragoneses Almeida llegó al CD Tenerife en el verano del año 2000, con 23 años, para sumarse a un equipo que acabó ascendiendo a Primera División. 15 años después, y tras haber militado en clubes como el Celta B, Pontevedra, Getafe, Atlético de Madrid, Elche, Hércules, Numancia, Cádiz y CD Marino, el portero gallego deja el fútbol en activo tras jugar la última campaña en el Marino de Los Cristianos, en Tercera. Pero sin duda fue el CD Tenerife el club que lo marcó y donde más feliz fue. “Este es el club de mi vida”, dijo emocionado cuando el 16 de enero de 2014 salió por la puerta de atrás de una entidad en la que disputó 267 partidos (263 como meta titular) y siendo pieza fundamental en dos ascensos a Primera División (2000-2001 y 2008-2009), y uno a Segunda (2012-2013), cerrando una etapa de ocho temporadas y media en el Tenerife. Sergio es el portero con más partidos en la historia del representativo, el único jugador en conseguir dos ascensos a Primera División y el último futbolista en llegar a las 100 victorias como tinerfeñista.
Su trayectoria viene marcada por varios capítulos deportivos y personales. Algunos tan duros como las dos veces que tuvo que enfrentarse al cáncer. En septiembre de 2005, siendo jugador de Elche CF, los médicos del club alicantino detectaron un tumor en los testículos de Aragoneses, pasando por una intervención para extirpar las células malignas. Cuatro meses inactivo para volver a la portería esta vez con el Hércules. En enero de 2007, en un control posterior de seguimiento de una enfermedad que había dejado atrás, se detectaron signos de que el cáncer se había reactivado. Nuevo calvario, esta vez con quimioterapia, y Sergio volvió a salir adelante. Un par de años después, y ya de regreso al Tenerife de la mano de Santiago Llorente, una pancreatitis de origen biliar lo dejó fuera de combate más de dos meses, pero no dejó secuelas en el meta de Porriño, que acabó ascendiendo a Primera con José Luis Oltra de entrenador.
Pero es en los terrenos de juego donde Aragoneses ha sido un referente, dejando su sello como uno de los mejores guardametas de la historia blanquiazul, a pesar de algunas polémicas que lo acompañaron siempre, pero que no deben empañar la brillante trayectoria en su paso por el CD Tenerife.