TRIBUNA

Atropello normativo

Creo que después de pensar un rato esta podría ser la frase que mejor definiría al sistema normativo español, sinceramente a veces llega a ser algo incluso indescifrable. Difícil trabajo tienen quienes se dedican a darle forma a este caos normativo; profesionales del Derecho que tratan de averiguar, entender y acomodarlo, sin embargo, más complicado lo tienen los ciudadanos, y es lógico, ya que han roto con la inteligibilidad que debe premiar en toda ley, al fin y al cabo están hechas para regular una sociedad, procurar una convivencia, o al menos así comenzó todo… hoy en día ni se sabe.
Las personas se encuentran en la tesitura de que ya no saben qué hacer; cada día se les demanda más y cada vez todo es más complicado; las relaciones del día a día que mantienes con tus semejantes, desde que te levantas y enciendes la luz estás demandando servicios de electricidad, agua, etc.; realizas contratos continuamente: cuando compras un periódico o tomas un café. El sistema normativo debe dar una respuesta a todas estas situaciones y también a cómo debemos comportarnos en esas relaciones humanas, también con los animales (algunos), para que todo se desarrolle con normalidad. Pues bien, sinceramente y utilizando una expresión clara y entendible; todo esto se nos ha salido de madre, esto ya no hay quien lo entienda, ya no se sabe a quién vota el ciudadano si a sus representantes o a los que en verdad son los apoderados de otros. Y esto es simple, cada uno de nosotros no puede tomar decisiones políticas personalmente, hacer leyes o dirigir un país, somos muchos y no hay un lugar suficientemente grande para reunirnos y aunque lo hubiera terminaríamos dándonos leña, lo hacemos cuando nuestro millonario favorito (léase futbolista) ha sido insultado, imaginemos en una situación como esta, por ese motivo existen los proyectos políticos que los distintos candidatos nos presentan, votamos al que creemos que nos puede sustituir, ser nuestra voz en esa toma de decisiones o en la forma de gobernar: ¿esto es así? Pues no, solemos votar al más guapo o guapa, mejor carisma, al que vota la chica que me gusta, al que vota mi vecino que estudió bastante y sabe mucho de esto, en fin; muy variopinto todo; total al fin y al cabo lo que prometen nunca se cumple, qué más da.
Y no quiero desviarme del asunto, por lo que retomándolo diré que si bien al ciudadano se le dice que el desconocimiento de las leyes no le excusa de su incumplimiento ya que estas se publican en los boletines oficiales (por cientos) y son entendibles para los legos en Derecho (pamemas) y a los jueces la obligación de resolver los asuntos que se les plantean, ya podría el legislador ser más competente a la hora de legislar: no se trata de escupir leyes sin ton ni son; decretos leyes que continuamente desprecian a la Constitución sin esa urgente necesidad, leyes orgánicas que salen con una premura inusual como la de Seguridad Ciudadana o el Código Penal, que lo que hacen es cargar más un sistema procesal que ya de por si hace aguas por todos lados con preceptos de 1.882 y que aún mantiene expresiones como en presencia de “dos hombres buenos”…. Por favor, seamos serios y hagamos la casa por los cimientos primero.