Un total de 178 mayores del municipio se beneficiaron el pasado año del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que oferta el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Orotava, que este año volverá a atender a una cifra similar de personas, según informó la concejal responsable de este departamento, Belén González Rodríguez.

La concejal resaltó que el Consistorio destina anualmente de sus recursos propios una partida de más de 400.000 euros para esta prestación social, que se desarrolla en la Villa desde el año 1990. Inicialmente, los trabajos se realizaron con personal contratado para tal fin; luego, durante más de una década (de 2001 a julio de 2012) lo gestionó la cooperativa Mararía, y en la actualidad el servicio está adjudicado a la entidad Clece, que cuenta con un personal cualificado para desarrollar esta actividad.

“El objetivo primordial de este programa social consiste en actuaciones básicas (actuaciones de carácter doméstico, personal, educativo y rehabilitador), así como acciones de carácter complementario que puedan ser necesarias para alcanzar un mejor desenvolvimiento del usuario, todo ello al objeto de favorecer, mantener, promover o restablecer la autonomía personal y familiar del beneficiario en su medio, contribuyendo a la integración y permanencia de los mismos en su entorno”, manifestó Belén González. “Facilitamos así, de manera personalizada y en el propio domicilio, una asistencia adecuada a cada situación particular, mejorando al máximo la autonomía personal en el medio habitual de vida, además de la capacidad de relación y la independencia”, agregó.

De esta prestación social básica de los Servicios Sociales del Consistorio orotavense se pueden beneficiar todas aquellas personas que lo demanden por alguna necesidad y estén empadronadas en el municipio, y de forma especial los mayores, discapacitados y familias que lo precisen, según valoración técnica al efecto. Más del 60% de los casos atendidos el año pasado fueron mujeres y el resto hombres. La mayoría, más del 80%, pertenece al grupo de mayores de entre 65 y 75 años.