Con más días de sol que nadie en todo el país, Canarias es el principal destino turístico de España. Esta circunstancia, que resulta fundamental para la economía del Archipiélago, también es el principal motivo por el cual las Islas se han convertido en un punto negro en cuanto a muertes por ahogamiento se refiere. Eso es, al menos, lo que revela un informe elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que contabiliza en los primeros seis meses de 2015 un total de 22 fallecidos por este motivo en Canarias (de ellos, una docena en la isla de Tenerife), casi el 30% del total de muertes (75) contabilizadas hasta el 30 de junio en España.
Esta luctuosa cifra, no obstante, no es nueva, ya que el año pasado la Asociación Española de Técnicos en Salvamento Acuático y Socorrismo (Aetsas) emitía un informe similar, donde incluso se hacía referencia a que el número de personas que se ahogaron en la comunidad canario superaba al de fallecidos en las carreteras en los primeros siete meses de 2014, siendo 53 la cifra de víctimas por ahogamiento que se produjeron al final del pasado ejercicio en las Islas.
Junto a Canarias, Andalucía es la región con más decesos por ahogamiento, con un total de 11 en lo que va de año. La mayor parte de estos sucesos se produjeron en las playas isleñas, en casi el 82% de los casos, ya que sólo cuatro de las muertes se registraron en piscinas y otros espacios. De igual modo, de las 22 personas fallecidas, la mitad eran de nacionalidad extranjera.
En una nota de prensa, la presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Isabel García Sanz, destacó que el 46,7% de los fallecimientos por ahogamiento durante el primer semestre en España se produjeron en el mes de junio, coincidiendo con el comienzo del uso masivo de los espacios naturales, principalmente las playas, cuando todavía no se habían desplegado ni los avisos de seguridad ni los servicios de socorristas en la mayor parte de las costas españolas. Mientras, el 24% de las muertes sucedieron en espacios que tenían servicio de atención, vigilancia y socorrismo, y 35 de las 47 víctimas fallecieron en playas que no disponían de estos dispositivos, lo que supone que en el 74,5% de los ahogamientos sucedidos en playas en las que no había personal especializado en salvamento y socorrismo. En el caso de Canarias, sólo dos de los 22 casos tenían este servicio.
El informe también desvela diversos parámetros que permitirían actuar para aminorar el número de víctimas mortales por ahogamiento, en la misma línea que se trabaja en otras causas de muerte en nuestro país. Así, se deduce que existe un progresivo aumento de los fallecimientos por meses, de manera casi exponencial conforme el año avanza hacia el verano y se estabiliza el buen tiempo, y que estos se producen en lugares que carecen de servicios de socorrismo en la inmensa mayoría de los casos.
El documento elaborado por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo también destaca que casi seis de cada diez muertes se producen entre las 13.00 y las 18.00 horas, el período del día de mayor afluencia a a lagos, playas y piscinas, y que las víctimas son mayoritariamente hombres (en siete de cada diez casos), con un mayor número de muertes a partir de los 45 años de edad, en concreto el 52,1% de los mismos.
[sws_grey_box box_size=”100″]Niños de entre 1 y 4 años, en grave riesgo
-Por cada fallecimiento por ahogamiento, de un total de 533 incidentes registrados en 2014, los expertos en salvamento y socorrismo estiman que otras cuatro víctimas presentarán secuelas más o menos permanentes por el resto de su vida. La probabilidad de que un niño fallezca por ahogamiento se incrementa entre los 12 y los 48 meses, cuando adquieren las destrezas motoras suficientes como para andar y empezar a desenvolverse solos, ya que en ese momento la supervisión de los adultos se relaja en una gran medida.
-El ahogamiento, según el estudio, es la principal causa de muerte accidental en niños entre cinco y 14 años en todo el mundo. El vallado de las piscinas domésticas reduce el riesgo de estos accidentes en el 85% y la vigilancia y supervisión paterna prácticamente eliminan el peligro de que el niño sufra un incidente con riesgo vital. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada hora mueren en el mundo más de 40 personas, lo que supone un total de 372.000 al año. [/sws_grey_box]