Un tribunal alemán ha condenado este martes a Oskar Groening, el contable de Auschwitz, a cuatro años de cárcel por su responsabilidad en la muerte de 300.000 judíos en este campo de concentración ubicado en territorio polaco.
Un grupo de magistrados de la ciudad alemana de Lueneburg ha declarado culpable a Groening porque, si bien no participó directamente en el genocidio, contribuyó a que el campo de concentración funcionara correctamente.
Groening, de 94 años de edad, era el encargado de confiscar, inventariar y valorar los bienes que les fueron arrebatados a los judíos a su llegada a los campos de concentración de nazis para garantizar la viabilidad económica de la maquinaria de guerra alemana.
El condenado se ha declarado “culpable moral”, siendo uno de los pocos nazis en admitir el horror del Holocausto. “Yo vi las cámaras de gas y los crematorios”, reconoció en una entrevista concedida en 2005 a la cadena británica BBC.
El de Groening podría ser uno de los últimos grandes juicios por los crímenes nazis, de los que Auschwitz es un claro exponente porque se calcula que solo allí un millón de judíos perdieron la vida entre 1940 y 1945.