La controvertida Oferta Pública de Empleo (OPE) para el Cuerpo de Maestros de Canarias continúa escribiendo capítulos, justo cuando el proceso se encuentra en su ecuador. Y es que, según confirman distintas fuentes sindicales a este periódico, decenas de recursos presentados por opositores amenazan con paralizar el procedimiento, lo que podría provocar un “caos” en el sistema educativo isleño.
No en vano, desde CC.OO. explican que existen aspirantes que han concurrido en los tribunales de oposición y que ejercen la docencia en centros públicos. Según la normativa vigente en el Archipiélago, para mantenerte integrado en las listas de empleo se debe comparecer en la prueba de las oposiciones. Sin embargo, muchos docentes no pudieron presentarse a especialidades donde estaban inscritos -y a pesar de pagar las tasas- porque no tuvieron tiempo material de comparecer a los exámenes, dada la coincidencia de horario.
“Esta omisión tiene consecuencias muy graves para la continuación en el procedimiento”, recalcan las mismas fuentes sindicales, quienes recuerdan que “se debe tener en cuenta que la exclusión de participantes en el procedimiento tiene como consecuencia la reducción de las listas de empleo y de docentes disponibles para realizar sustituciones en los centros educativos, por lo que el rigor en la exclusión de aspirantes redunda en una menor disponibilidad de profesores para el próximo curso”.
En la misma línea se manifiestan desde ANPE, quienes incluso aseguran que el profesorado que forma parte de los tribunales encargados de corregir las pruebas de acceso al Cuerpo de Maestros ha trabajado “durante 12 horas al día y bajo temperaturas de casi 40 grados”. Así lo han advertido algunos de los afectados al sindicato, que critica la “desmesurada presión” a la que los ha sometido la Consejería de Educación. “Las pruebas selectivas fueron convocadas con apresuramiento y están desarrollándose en una especie de operación contrarreloj, que viene dada por lo tardío de su convocatoria y los plazos perentorios para resolver las diferentes pruebas”, insisten desde CC.OO., quienes reiteran que “esta circunstancia está perjudicando tanto a opositores como a los propios tribunales, con plazos muy breves, escasa o nula formación previa y, en general, un exceso de presión”.