Todos esperaban un cambio político en Arona, el tercer municipio más poblado de Tenerife, pero pocos se imaginaban que los socialistas recuperarían el poder después de casi 25 años rozando la mayoría absoluta. Se quedaron a un concejal de obtenerla, pero a José Julián Mena no le da vértigo gobernar con mayoría simple.
-Ha tardado en formalizar las delegaciones de gobierno o, al menos, en llevarlo al pleno. ¿Estaba tratando de cerrar antes un pacto con alguna fuerza política?
“No. Estábamos trabajando, como desde el primer segundo en que fuimos elegidos para gobernar Arona. Pero nos encontramos una Administración que durante 20 años había gobernado CC y teníamos que realizar una evaluación previa del estado de los servicios administrativos y la estructura que venía funcionando, para tomar una decisión sabia y adecuada acerca de la nueva estructura de gobierno. Si el interés es saber si negociamos un pacto de gobernabilidad, insisto en que no hay nada descartado, pero los vecinos depositaron en el PSOE la responsabilidad de gestionar este Ayuntamiento y en eso estamos”.
-Por el resultado del pleno, al votar en contra de los sueldos Ciudadanos por Arona, el acercamiento a ese partido parece alejarse. ¿O no?
“Para nada. Está tan cerca o tan lejos, según quien lo quiera interpretar, como con cualquiera de las restantes formaciones políticas que forman la Corporación”.
-¿Es evidente que pactar con CC sería un lastre, dado los antecedentes de este partido en Arona?
“Sería un pacto de difícil comprensión para los ciudadanos y, además, tenemos concepciones muy diferentes de la política y de la gestión, pero confío en que el actual grupo municipal de CC en la oposición sea consecuente con el compromiso de trabajar en beneficio de los aroneros. Yo tengo la mano tendida a todos los grupos políticos para consensuar los grandes temas y decisiones que mejoren la situación del municipio”.
-¿Cree posible acabar el mandato con un gobierno en minoría?
“La responsabilidad de este gobierno es la de trabajar, resolver los muchos problemas que tiene Arona y recuperar su papel como líder de la comarca. Si eso es posible conseguirlo en la situación actual de mayoría minoritaria, lo haremos. Confío en el sentido de la responsabilidad de la oposición municipal”.
[sws_pullquote_left]El Plan General es fundamental; habrá novedades muy pronto”[/sws_pullquote_left]
-Ha hablado de transparencia. ¿Es partidario de hacer una auditoría de las cuentas municipales?
“No hay nada descartado, pero somos conscientes de que esa tarea ya la hacen la Intervención Municipal, la Audiencia de Cuentas y el Gobierno de Canarias. Nos hemos encontrado un Ayuntamiento en una situación muy delicada con muchos asuntos pendientes, y problemas de muchos años a los que se les ha dado una solución. Pero prefiero mirar hacia el futuro”.
-Uno de sus objetivos básicos es sacar adelante un PGO que asuma algunas urbanizaciones que hoy son tierra de nadie y que pueda traer inversores al municipio.
“Por eso y por otras causas, es una cuestión fundamental. El Plan General de Ordenación urge y ya estamos avanzando en los trámites previos para su nueva redacción, atendiendo al contenido de la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el último planeamiento. Arona necesita un Plan General que cumpla la legalidad, sostenible medioambientalmente y muy participativo. Por cierto, este Ayuntamiento tendrá que afrontar las consecuencias de la pésima decisión del gobierno anterior de seguir adelante con un documento ilegal, como se ha demostrado. Sin el Plan General, sin esa herramienta, se paraliza el desarrollo de Arona y no vamos a permitirlo. Habrá novedades muy pronto”.
-Por lo pronto, ya tiene usted un lastre. Ese millón y medio que hay que pagar por sentencia del TSJC.
“Sí, es una situación relacionada con el PGO y una de las muchas que esperamos como consecuencia de la desastrosa gestión que CC hizo del Ayuntamiento de Arona durante las últimas dos décadas. Cierto, es un lastre. En cualquier caso, los servicios jurídicos están estudiando el recurso correspondiente”.
[sws_pullquote_right]Tengo la mano tendida, pero un pacto con CC sería de difícil comprensión”[/sws_pullquote_right]
-Las medianías, El Fraile, Las Galletas, Los Cristianos… Habrá que hacer encaje de bolillos para satisfacer a pueblos tan diferentes. ¿No cree usted?
“No. Concurrimos a las elecciones con un programa electoral que estamos cumpliendo desde el 13 de junio. Ejemplo de ello es el diseño de este gobierno municipal, en el que las áreas fundamentales están reforzadas dando responsabilidad a dos concejales en cada una, que tienen el reto de acercar el Ayuntamiento a los vecinos”.
-¿Sería partidario, ahora que hay gobiernos socialistas en toda la comarca, de mancomunar servicios como el agua, la basura o los taxis, por citar dos ejemplos?
“Los precedentes lo desaconsejan, pero si entre todos encontramos la fórmula que garantice la prestación al ciudadano de esos servicios básicos, a un coste inferior para el vecino y para la administración, sería una irresponsabilidad no luchar por ello. De momento, no forma parte de la lista de asuntos pendientes”.
-¿Se siente raro en el sillón del alcalde?
“Para nada. Es un reto, porque esta administración no ha sido un modelo de buena gestión y cada día somos más conscientes del porqué, pero cuento con un equipo preparado para afrontar esta situación. Apenas ha pasado el primer mes del mandato, el tiempo de ir conociendo la realidad del estado del Ayuntamiento, pero como somos políticos más de trabajar que de hablar, estoy convencido de que estos concejales y concejalas darán muchas satisfacciones al municipio, a los vecinos”.
-Usted va a ganar 70.000 euros, el máximo permitido. ¿Es partidario de que los políticos estén bien pagados para evitar la tentación de la corrupción, tan de boga en España y en Arona, en particular?
“Ese es el salario bruto anual. Es ya de por sí inferior al que cobraba el anterior alcalde, como es además más barato el actual gobierno que el anterior. Se trata de ser consecuente con la responsabilidad que asumimos y con la dedicación que el ejercicio del cargo requiere. Con respecto a la corrupción, creo que no tiene nada que ver con el sueldo de los políticos sino con la ética personal de cada uno”.