sociedad

Más de 35.000 mujeres solas con hijos de las Islas viven en la pobreza

El perfil es el de mujer de 25-45 años, con hijo menor de 25 a su cargo. | DA
El perfil es el de mujer de 25-45 años, con hijo menor de 25 a su cargo. | DA

Mujer sola con hijos. Ese es el rostro de la pobreza en España en la actualidad. Así lo confirman todas las organizaciones humanitarias y los profesionales del ámbito social, y también lo atestiguan las cifras de los informes publicados sobre esta materia. El último de ellos, denominado Más solas que nunca, fue presentado esta misma semana por la ONG Save the Children, y ha sido elaborado con datos de la Encuesta Continua de Hogares 2014 del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (Foessa).

Dicho documento, que aborda la realidad del cerca de millón y medio de hogares formados por madres solas con sus hijos que hay en España (el 82% del total de familias monoparentales), revela que más de la mitad de estas mujeres están en situación de pobreza o exclusión social, ya que se ven obligadas a mantenerse junto a uno o varios hijos con menos de 600 euros al mes. En Canarias, extrapolando los datos nacionales y los del INE, en esta situación se encontrarían actualmente más de 35.000 de los cerca de 79.000 hogares formados por una mujer y al menos un hijo menor de 25 años.

El perfil más habitual de estas féminas, como también atestiguan otras entidades como Cáritas Diocesana o Cruz Roja, es el de una mujer de entre 25 y 45 años en situación de desempleo o con un contrato precario; con problemas de vivienda por impagos o riesgo de desahucio; y, en algunos casos, han dejado de pagar recibos de agua o luz, han dejado de comprar medicinas o de seguir un tratamiento por falta de medios económicos, siendo más de un 30% de ellas las que viven en situación de exclusión sanitaria.

El informe de Save the Children indica de igual modo que el mayor aumento de las situaciones de pobreza y exclusión el año pasado se produjeron en el seno de estas familias monoparentales, respecto de las cifras de 2013, con una subida del 6% en el riesgo de exclusión, hasta alcanzar al 53,3% de los hogares, y un incremento del 4% en el nivel de pobreza relativa, que ya afecta al 42%. En los hogares con dos adultos, en cambio, la pobreza relativa se situó en 2014 en el 25,8%, un 16% menos.

Ante esta situación, los menores son los más afectados, hasta el punto de que por ejemplo el 21% de estos niños con madres solas no puede permitirse tener unas gafas y el 30% no puede seguir un tratamiento especializado. Por ende, el 68% de estas familias ha necesitado reducir gastos relacionados con la alimentación y más de una de cada cuatro (27,2%) no siguen una dieta equilibrada que incluya la cantidad de proteínas recomendada, cifra que es del 20% en hogares biparentales.

“Estas circunstancias pueden ocasionar en los niños desde problemas de malnutrición a problemas psicológicos que, entre otras consecuencias, pueden incidir en su rendimiento escolar”, alerta la ONG, que asegura que “no son pocos los menores que tienen problemas psicológicos relacionados con las situaciones vitales estresantes que se viven en sus hogares, ni tampoco es extraño que, a consecuencia de estos problemas, tengan dificultades académicas”. Y es que la pobreza en casa repercute asimismo en su integración, pues casi la mitad de estos menores se encuentran en situación de exclusión social, frente al 25,1% de la población en general.

No en vano, según concluye la investigación llevada a cabo por Save The Children -con testimonios de mujeres en esta situación-, en muchos casos no hay red de apoyo que solvente esta situación, pues el 36% de las madres solas no tienen a quién recurrir ante un problema. Eso repercute también en su salud, ya que más de la mitad han tenido depresiones.