claroscuro

Nuevo periodismo

Cuatro publicaciones nuevas, cerca de cinco mil periodistas contratados a tiempo completo y el convencimiento de que solo los mejores sobrevivirán. La crisis del periodismo no ha terminado, pero algunas cifras son, por primera vez en años, esperanzadoras. Al otro lado del charco, en Estados Unidos, los nuevos medios -que nacieron mientras algunos celebraban el funeral de la profesión- han encontrado un nicho de empleo aunando lo viejo con lo nuevo: han decidido no permitir que su éxito dependa de exclusivas ni de noticias de última hora y han centrado sus esfuerzos en descifrar las informaciones de actualidad más complejas. Lo llaman periodismo explicativo y, a la vista de los datos de 2013 y 2014, está funcionando. La pregunta es si ha llegado para quedarse.

La periodista Cristina F. Pereda resume minuciosamente en qué consiste el fenómeno en Cuadernos de periodismo, la revista que desde 2004 edita la Asociación de la Prensa de Madrid. La mayoría de las noticias que leemos responden, con suerte, a cuatro preguntas clave: qué, quién, cuándo y dónde. Pocas resuelven otras dos que son fundamentales: cómo y por qué. Contestar a estas últimas supone volver a los orígenes, pero hacerlo con un soporte tecnológico impresionante. La abundancia de información ha hecho que las publicaciones tradicionales encuentren cada vez más dificultades para diferenciarse cualitativamente de las demás. Las cabeceras que abanderan esta especialización usan periodismo de datos, la mejor narrativa online y un diseño exquisito. Las informaciones están realizadas por equipos formados por periodistas experimentados y nativos digitales, diseñadores gráficos e ingenieros de datos.

Todavía es pronto para saber si digitales como Vox, Storyline o Five Thirty Eight son capaces de no caer en una sofisticación excesiva y garantizan su viabilidad económica en el tiempo. El periodismo explicativo no tiene que aspirar a ser un producto gourmet -para eso están las publicaciones especializadas-, pero sí tiene que atender una demanda insatisfecha: a la gente le gusta compartir informaciones, pero también entenderlas. Pereda recuerda que este género no es nuevo. “Formó parte de los Premios Pulitzer como categoría independiente entre 1985 y 1997. Al año siguiente, pasó a llamarse “excelencia en periodismo explicativo”. La diferencia, en 2014, es la consolidación de este modelo en técnicas de narración y presentación de la información pensadas y diseñadas exclusivamente para la web”. El reto es evidente: ¿Seremos capaces de volver a explicar el mundo?

@sarayencinoso