1. Nuno Silva es un jugador portugués del Real Jaén que llegó al primer entrenamiento con una camiseta que tenía impresa una imagen del general Franco. ¿Y qué? Yo tengo una del Che Guevara, que me pongo cuando voy a la playa. Si es por méritos de todo género, Franco tenía bastantes más que el Che, aunque los dos eran de gatillo fácil y cortaban cogotes con la misma facilidad. Cuando yo me pongo la camiseta del Che no estoy celebrando sus ejecuciones, sino mostrando una figura histórica. Otros visten con la figura de Bolívar, que pasó a cuchillo a españoles y canarios. Esto es cuestión de gustos. Entre la izquierdona, Franco produce rechazo y el Che, no. Entre la derechona, Franco produce algarabía y el Che, no. Esto es un mambo, ni más ni menos. Nuno Silva lo que hizo, bien por ignorancia, bien conscientemente, fue un ejercicio de libertad. Cada uno luce en el pecho al dictador que quiere.

2. Se ha armado un follón, que le dicen viral, en las redes sociales a cuenta de la dichosa camiseta del general, al que no le gustaba el fútbol, si acaso las galopadas de Gento, aunque jugara por la izquierda, las genialidades de don Alfredo Di Stéfano y los chascarrillos de don Santiago Bernabéu. A Franco, que era honrado, le gustaban más los sables y a la derechona del PP los sablazos a los constructores, a los que tienen breados a sobornos; y si no pregúntenle a un tal Granados, ahora en el talego, que a mí siempre me ha parecido un chulo. Nuno Silva es mi héroe. A nadie se le hubiera ocurrido lucir una camiseta de Franco en estos tiempos, así que los defensas contrarios estarán muy moscas cuando Nuno cabalgue por la derecha. Porque por la izquierda no va a entrar.

3. Esto es España, amigos. Esto no va a cambiar tan fácilmente. Pero las camisetas de Nuno, importadas de Portugal, les aseguro a ustedes que a partir de hoy van a causar furor entre la muchachada madrileña del barrio de Salamanca. Y, si no, ya lo verán. Porque, a pesar del tiempo transcurrido, aquella sigue siendo “zona nacional”. Las dos Españas, queridos, las Españas de Machado que nos hielan el cuore.

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