Desde el año 2011 veníamos reclamando que la recaudación voluntaria de tributos municipales pasara al Ayuntamiento de Santa Cruz. Existían innegables razones legales que amparaban esta demanda, pero también argumentos económicos de peso para que el Ayuntamiento remunicipalizara este servicio público. Los concejales de Sí se puede, siempre repetíamos, en aquel largo debate que mantuvimos con el anterior equipo de gobierno, que, con esta decisión, los beneficios para el Consistorio alcanzarían los cuatro millones de euros anuales. Con esta lucha estuvimos tres años hasta que, finalmente, el anterior concejal de Hacienda entró en razón y tomó la decisión de anular el contrato que tenía el Ayuntamiento con un recaudador privado y recuperó este servicio. En esto días el nuevo concejal de Hacienda ha reconocido públicamente, a través de entrevistas concertadas con los medios de comunicación, que la medida ha supuesto un indudable beneficio para Santa Cruz, concretando en esas declaraciones que el beneficio ha supuesto cuatro millones y medio de euros en el 2014.
Este caso puede ser un excelente ejemplo para explicar lo que debe ser una oposición al servicio de los intereses del municipio, en la que es obligado que la crítica política se cargue de razones y datos para provocar inicialmente la duda en los que gobiernan, y, posteriormente, con una metódica constancia, propiciar la decisión de cambiar las cosas en el sentido propuesto. En esa misma línea de rigor y constancia seguimos para recuperar otros servicios públicos como el agua, cementerios, recogida de residuos, limpieza viaria, etc.
Si al actual concejal de Hacienda le produce una lógica satisfacción la obtención de un beneficio de cuatro millones y medio de euros anuales como consecuencia de la recuperación de la recaudación voluntaria, no puede imaginarse los beneficios económicos y sociales que supondrá para Santa Cruz la recuperación del servicio público del agua. Como primera consecuencia inmediata nos ahorraríamos, aproximadamente, 2.400.000 euros que anualmente le entregamos a Sacyr Vallehermoso, por así venir estipulado en el contrato administrativo que firmamos con esta multinacional (5,5% de la facturación).
En segundo lugar, no pagaríamos los 2.000.000 de euros que le estamos devolviendo a Sacyr por un préstamo que hizo con una empresa de su grupo para pagar el precio del contrato administrativo. Y, en tercer lugar eliminaríamos las prácticas dañinas para nuestra Emmasa al subcontratar servicios esenciales con empresas del grupo de Sacyr, subcontrataciones que son las que están hundiendo a nuestra otrora empresa pública con pérdidas acumuladas de más de 8.000.000 de euros. Los beneficios anuales para Santa Cruz serían del orden de 6.000.000 de euros (mil millones de la antiguas pesetas) que podríamos destinar a crear empleo a través de obras destinadas a la mejora de la redes de abastecimiento y saneamiento, infraestructuras para pluviales, ampliación de la depuradora y de la desaladora. Los grandes objetivos que siempre hemos demandado podemos verlos cumplidos en los próximos años creando, además, mucho empleo.
Creo que es hora de recuperar lo nuestro, que nuestro dinero se quede en nuestro municipio para mejorar nuestros servicios públicos, destinando los beneficios que generen en la mejor calidad de la prestación, reactivando nuestra economía gracias a las oportunidades que tendrán las empresas locales para crear empleo para nuestra gente.
*Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz