tribuna

Un referente mundial

Desde el pasado sábado, el Observatorio del Teide cuenta con ocho nuevos telescopios: dos de ellos forman parte del Experimento Quijote, y seis robóticos (MAGEC, AMOS-CI, LCOGT, SLOOH/OTA, MASTER, QUES) que son un claro ejemplo de la colaboración entre países pues además de España, participan Estados Unidos, Rusia, Catar y Eslovaquia. La inauguración en Izaña coincidió también con el 30 aniversario del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), y para celebrarlo estuvieron presentes la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el rey Felipe VI, quién calificó el acto como un hito muy importante en la historia de nuestra ciencia y nuestra astronomía.

No podemos estar más de acuerdo con las palabras pronunciadas por el monarca, que conoció desde su nacimiento cuando era príncipe este centro de investigación español, de los más importantes del mundo, cuyos magníficos profesionales aprovechan el mejor cielo astronómico del planeta, protegido por Ley, y que se mantienen bien conservados gracias a la sensibilización de la ciudadanía.

Nuestra ubicación geoestratégica tricontinental fue muy bien aprovechada con la instalación del Gran Telescopio Canarias (GTC), un hito histórico y un nuevo avance en la apuesta que España hizo en su día por la consolidación de las Islas como destino de estas importantes infraestructuras.

No es la primera vez que defendemos la idea de beneficiarnos en mayor medida de la gran ventaja que supone contar con estas y otras instalaciones, únicas en el mundo, que bien podrían contribuir a nuestra promoción como destino científico, astrofísico, y turístico. Hablamos de El Roque de Los Muchachos y el Teide que constituyen el Observatorio Norte Europeo (ONE), en el que participan más de sesenta instituciones de todo el mundo. Entre ellas destaca el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), que ha venido desempeñando durante tres décadas una labor incansable para situar a España en las más altas cuotas científicas.

Con la puesta en marcha de estas infraestructuras, Canarias y la tecnología española sigue liderando el desarrollo científico y tecnológico en materia de observación astronómica, gracias a la calidad de sus cielos y a la fructífera cooperación internacional, tal y como afirmó Felipe VI. Y es que inauguraciones como ésta hace que se hable del prestigio de nuestras universidades y centros, de profesionales de todas las ramas que vuelcan sus conocimientos dentro y fuera de nuestras fronteras, de nuestro talento y de nuestro más valioso activo: nuestra gente.

No cabe duda de que la imagen de un país es un elemento que debe facilitar la competitividad de sus servicios y empresas. Quienes logran generar percepciones favorables tienen ventajas competitivas y contribuyen con la economía generando empleos y servicios de calidad. En definitiva, hablamos de la Marca España.

A esto hay que añadir que estamos dando los pasos necesarios para cambiar nuestro modelo productivo, apoyado en la ciencia, la creación del conocimiento y la innovación, pues las transferencias tecnológicas a la sociedad es una de las misiones de la innovación. Antes de despedirnos, no quisiéramos desaprovechar la oportunidad de agradecer la magnífica labor que desempeñó el primer catedrático de Astrofísica de España, fundador y director del Organismo Público de Investigación, Francisco Sánchez, durante las más de tres décadas que estuvo al frente del IAC. Ahora ha cogido el testigo Rafael Rebolo, y viendo su currículum y el trabajo realizado hasta ahora estamos convencidos de que seguirá la estela de su antecesor. Y como a no, a todo el equipo humano, a los 350 profesionales que trabajan en la actualidad en el IAC, que desarrollan medio centenar de proyectos de investigación, que publican sus estudios en las mejores revistas mundiales de astrofísicas, logrando así que seamos referente en esta materia. Gracias a cada uno de ellos, porque con su trabajo y su talento han conseguido que hoy España sea reconocida internacionalmente.

Por último, es de justicia también destacar la gran actuación de Los Sabandeños, un grupo que el rey Felipe VI conoce muy bien, y que con sus voces nos hicieron tocar el cielo, uno de los mejores del planeta.

alarco@tenerife.es