Tres vidas ejemplares (Gloria Salgado)

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RAFAEL DE MIGUEL / FOTO: ALBERTO MAHTANI

Tres vidas para conmemorar los 300 números de CANARIAS GRÁFICA, tres modelos de esfuerzo, superación y éxito, sorteando dificultades por su condición de mujer y pegadas a la vida de Tenerife. Valientes, decididas, en algún caso pionera en su vocación laboral. Son el símbolo de tres vidas con nombre propio: Carmen, Gloria y Mercedes, que sonríen ante la adversidad y dejan o continúan marcando el camino para muchas (y muchos) que ahora deben superar una difícil situación. Su testimonio ofrece luz y un patrón en un recorrido vital encomiable, como el de otras muchas mujeres canarias

Gloria Salgado (La Palma, 1940), pasea sus 75 años con un garbo que produce envidia. Cuenta que se siente una privilegiada porque pudo ser independiente gracias a la educación inculcada por sus progenitores “en mi casa nunca hubo separación chico-chica, mis padres hicieron posible que estudiara lo que quisiera”, comenta orgullosa. Y su primera vocación fue la pedagogía, pero como había que estudiar en la Península optó por hacer Magisterio en el Hogar Escuela de Tenerife. Acabados sus estudios, otra inquietud se cruzó en su camino: ser azafata. Ni corta ni perezosa, propuso en casa viajar a Francia para aprender el idioma de Molière: “recuerdo que cuando dije en casa que me iba a París (finales de 1961) se quedaron todos parados… pero soy Tauro, muy machacona. Estuve en Francia año y medio trabajando de aupair y yendo a clase por las mañanas. Fue muy duro, lloré muchas veces”

Con el bagaje del francés en la mochila, un año más tarde emprendió viaje a Londres. Ya sabía dos idiomas, después llegaron el alemán y el portugués.

Sobre la educación Gloria es muy clara: “tu base, tu futuro depende de la educación que hayas recibido, si no has tenido una base importante todo es más difícil”.

De azafata de vuelo a la promoción turística

La carrera profesional de Gloria Salgado comienza a los 25 años como azafata de vuelo en el puente aéreo Madrid-Barcelona, hasta que, un tanto aburrida, fichó por la compañía charter Trans-Europa, que hacía vuelos transoceánicos. Un par de años más tarde se casó con Fernando y se fueron a vivir a Las Palmas, pero para Gloria trabajar era esencial en su vida, así que comenzó en el sector turístico en la Cadena Orsa, cuya sede era el Hotel Rocamar.

Un encuentro casual en Río de Janeiro -a donde el matrimonio se trasladó dos años por cuestiones laborales del marido- con José Sabaté, a la sazón presidente del Patronato de Turismo de Tenerife, provocó que la vuelta del periplo brasileño, Gloria Salgado fuera contratada por el Cabildo tinerfeño, donde permaneció durante 38 años.

Gloria recuerda que por aquella época(finales de los 70) el trabajo para la promoción turística “era de lo más artesanal que uno podía imaginarse, había una gran cohesión en el sector, porque no sabríamos mucho, pero teníamos muy claro que el turismo era una industria de futuro muy importante. El Cabildo de Tenerife es ejemplar y modélico y el Patronato de Turismo de Tenerife fue el primero que se montó en España (1973)”.

Gloria también formó parte del primer Plan de Gastronomía de Tenerife impulsado por el Cabildo, con la colaboración de José Carlos Marrero y los  desaparecidos periodistas Manuel Iglesias y José Ignacio Fernández Pérez “Chela”.

En cuanto al sector turístico, Gloria tampoco esconde que se han cometido fallos: “tenemos una asignatura pendiente en el tema educativo con los idiomas, no buscamos en ese campo auténticas soluciones para atender a nuestros turistas”. Amante del turismo rural y pionera con su establecimiento  La Deseada en Tacoronte, Gloria Salgado sigue muy activa como vicepresidenta de la Asociación de Turismo Rural de Tenerife. Es además, secretaria de la asociación de jubilados del Cabildo y participa en foros de turismo.