CINE

Amaury Santana: “Con cuatro cuerdas genera ilusión en los espectadores”

Amaury Santana presentó en el X Festivalito de La Palma  su última película, Con cuatro cuerdas. / BR
Amaury Santana presentó en el X Festivalito de La Palma su última película, Con cuatro cuerdas. / BR

Por Benjamín Reyes

El director grancanario Amaury Santana es un cineasta singular que transita por películas de diferente calado. Tan pronto rueda Entre silencios (2014), un ejercicio de introspección personal, como se pone detrás de la cámara para grabar El guardián de la memoria (2011) para mostrar su visión del cementerio de Vegueta. Su última película, Con cuatro cuerdas, que se acaba de exhibir en el X Festivalito de La Palma, “no es solo un documental para enseñar música a niños” sino que “la película es un vehículo para generar transformación en otras personas”. En el XV Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria se alzó con el premio al mejor largometraje. Dentro de poco iniciará su periplo por festivales allende de nuestras fronteras. Se podrá ver en Chile, el próximo mes de agosto, en el transcurso de una conferencia universitaria y más adelante viajará al Festival de Cine Infancia y Adolescencia de Bogotá (Colombia).

-¿Cómo percibió la reacción del público palmero en la proyección de Con cuatro cuerdas?
“Todas las proyecciones de esta película han generado entusiasmo en los espectadores. La gente sale del cine con ganas de cambiar cosas. Ya no solo es que vayan a ver una película sino que se van con algo, lo cual trasciende la obra fílmica. Ese es el objetivo de mi trabajo. La película es un vehículo para generar algo en otras personas. Filmando transformación en unas personas generas transformación en otras”.

– ¿Cómo encara el reto de rodar, montar y exhibir un cortometraje en menos de una semana?
“Para mí es una toma de notas para experimentar ideas que generalmente no suelo hacer. Me he quitado la pretensión de tener un resultado para este viernes, que clausura el Festivalito, de repente todo se vuelven posibilidades. Ahora mismo me interesa más el proceso de búsqueda que obtener un resultado concreto”.

-¿A qué obedece el cambio de registro de Entre silencios a Con cuatro cuerdas?
“Entre silencios era algo que necesitaba hacer y lo fui configurando a medida que necesitaba contar esa historia. Mientras que Con cuatro cuerdas fue una historia que me llegó. No es proyecto de encargo, pero se me invito a rodar un documental. Veo más similitudes que diferencias entre ambas propuestas. Las dos hablan sobre la capacidad de transformación. Lo que busco es filmar un proceso de transformación, el matiz es que uno tiene el foco hacia el interior y otro hacia el exterior. En las dos se desarrolla el tema de la familia”.

-¿Por qué decide plasmar en imágenes el proyecto Barrios orquestados?
“Fundamentalmente porque me interesó. No conocía el proyecto. Lo fui conociendo a medida que iba rodando el documental. Sentía que habían creado algo muy grande y que generaba transformación. Lo que más me cautivó de este proyecto fue precisamente su capacidad de transformación, tanto de los niños que participan en Barrios orquestados como de la propia comunidad que les rodea”.

-¿Cómo resultó la experiencia de rodar con niños?
“Fue una experiencia fantástica. Yo no intervenía en su quehacer sino que me limitaba a recoger lo que ellos hacían. Su espontaneidad y naturalidad”.

-¿Qué hay de documental y qué hay de preparación en Con cuatro cuerdas?
“Hay poca preparación en esta película. Empecé a rodar sin financiación. Si hubiera esperado a tener la financiación antes de rodar, probablemente, no la hubiera hecho. Empecé a grabar en febrero del 2014 y se terminó en junio del 2014. No tuve que elegir a los niños. No sabía cómo tenía que rodar este documental. Barajé varias ideas. Pensé en centrarme en tres familias, pero a medida que me fui llevando por el proyecto le di un enfoque completamente distinto. Me decidí por mostrar sus diferentes caras y orquestarlas. Este foco surgió durante el proceso de trabajo”.

-¿Qué efectos terapéuticos crees que tuvo la música en los niños?
“Observé muchísima atención. La trabajadora social me explicó que varios niños tenían déficit de atención en clase y, sin embargo, con la música si atendían. Entiendo que les ha servido para tener concentración y disciplina ya que sus padres se implicaron en la actividad. Una madre dice en el documental que su hijo que habitualmente no dormía consiguió conciliar el sueño con esta actividad. La filosofía del proyecto no era conseguir la excelencia musical”.

-Con qué equipo humano se rodó Con cuatro cuerdas?
“Fundamentalmente lo rodé solo. En algunos momentos hice uso de colaboradores puntuales como un cámara para el concierto final y un sonidista. Como fue todo precipitado, empecé a rodar con lo que tenía y lo que tenía era una cámara sin alta definición. Luego, empecé a rodar con cámaras prestadas, después si pude invertir en equipo técnico”.

-¿Qué es el cine de autor?
“No sé lo que es el cine de autor. Uno cuando encara un proyecto solo quiere contar una historia. Con cuatro cuerdas es un documental con una mirada, existe una preocupación consciente. Mi intención no era rodar el documental sobre Barrios orquestados sino uno de los documentales posibles. Cuando me embarco en una película necesito que se reflejen una serie de inquietudes que llevo dentro”.

-¿Se ve haciendo cine de género?
“Mi objetivo no es delimitar un género concreto y hacer una película con unas claves concretas. Mi intención es buscar algo que necesito contar y si sale una comedia sale una comedia. Tengo cosas dentro de mí que necesito sacar hacia el exterior y eso se materializa en proyectos tan dispares como un cine en primera persona o como un documental social. En realidad creo que cuento la misma historia desde diferentes caras para ir a otro lugar para que revele algo distinto”.

-Ejerció labores de documentación en “El color de un voto”, emitido en La Sexta. ¿Qué valor le concede a la documentación?
“Ese proyecto sobre la comunidad rumana afincada en Madrid no se podía contar si no existiera documentación previa. Todo proyecto necesita de una documentación. Lo pide el propio proyecto. La obra es un medio para llegar a conocer un tema en concreto”.

-Ha dirigido varios documentales corporativos como El guardián de la memoria (2011). ¿Afronta estos proyectos de distinta manera que los trabajos más personales?
“Sí, lo que se quiere transmitir implica una forma de contarlo. Sin embargo, aunque existan diferentes registros a todos mis proyectos los he llevado a mi terreno y es lo que me permite encarar cada película”.