TENERIFE

Bernardo Fernández: “Tenerife II es una prisión modelo”

Bernardo Fernández Tubío es funcionario de prisiones en Tenerife II donde lleva 23 años trabajando. / DA
Bernardo Fernández Tubío es funcionario de prisiones en Tenerife II donde lleva 23 años trabajando. / DA

Atrás quedan los tristes recuerdos de aquella Europa, donde muchas prisiones se hicieron famosas por su dureza, disciplina y torturas con muchos presos. Cárceles como la de la isla-prisión de Alcatraz en Estados Unidos, han quedado para protagonizar producciones en la gran pantalla cinematográfica como producto comercial. Hoy, a comienzos del siglo XXI, las cárceles en el mapa europeo ya nada tienen que ver con el pasado, aunque muchas de ellas, por los condenados procedentes de muchos puntos de Europa, mantienen una vigilancia más estricta y disciplinaria que otras, pero siempre bajo la concepción común de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Bajo esta premisa, también el papel de los funcionarios de prisiones ha cambiado, dejando atrás la figura de un simple carcelero para convertirse en un puesto con distintas responsabilidades dentro de la estructura carcelaria. Bernardo Fernández Tubío es uno de esos trabajadores que lleva ejerciendo como funcionario de prisiones 25 años, 23 de ellos en Canarias. Asturiano de nacimiento, de la Cuenca Minera de Langreo, Fernández es un conocedor especializado de su profesión, asegurando que la prisión en la que desempeña su trabajo, Tenerife II, “es una en la prisión modelo”. En este centro, ubicado en el municipio de El Rosario, más concretamente en La Esperanza, se encuentran los presos clasificados en primer (aislamiento) y segundo grado. A esta se une otra en Santa Cruz, el Centro de Inserción Social Mercedes Pinto, espacio en el que se centraliza a los reclusos de tercer grado, es decir, en régimen abierto o de semilibertad.

En Tenerife II, que cuenta con un polideportivo, terrero de lucha y piscina al aire libre, se encuentran casi 1.000 reclusos cumpliendo condena y según detalla Fernández, “es un centro, que como la gran mayoría, con el tiempo ha ido evolucionando aunque como en todas las prisiones, la disciplina interna es importante y paso obligado para que las normas se cumplan”.

Asegura que en lo que respecta a la relación de los funcionarios con los reclusos, “hay presos que llevan muchos años cumpliendo condenas y con el tiempo llegas a familiarizarte con ellos”, aunque matiza que “siempre cumpliendo con las normas de la prisión”. Como funcionario de prisiones, Fernández detalla que, más allá de la familiaridad que se pueda alcanzar, “todos tenemos que cumplir con nuestras respectivas obligaciones en esta sociedad”, incluidos los reclusos.

Las prestaciones que reciben los internos dentro de Tenerife II son importantes, según cuenta este funcionario de prisiones. “Los presos tienen actividades de todas clases. Por ejemplo tienen acceso a la formación a todos los niveles a través de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Vienen profesores destinados para tal cometido. Del mismo modo, son atendidos puntualmente en la sanidad primaria por médicos, enfermeras y auxiliares de clínica”. También, las comidas son de calidad y elaboradas por profesionales.

A la pregunta de si los funcionarios de prisiones se ven presionados por la prensa, Fernández Tubío manifestó que “en ocasiones, sí. Especialmente cuando son personas famosas, que por diversas causas han tenido que ingresar en prisión, convirtiéndose en objetos de un seguimiento muy especial por los periodistas y reporteros gráficos”. Por otro lado, y en cuanto a las tareas diarias que tienen que realizar presos dentro del centro penitenciario, Fernández detalla que, “hay un Real Decreto que señala que son trabajadores los internos que desarrollen actividades laborales de producción por cuenta ajena en los talleres productivos de los centros penitenciarios. También a dichos efectos, el empleado será en todos los casos el Organismo Autónomo Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (E.E.TPYFE) u órgano autonómico equivalente”.

Por lo tanto, explica Fernández, los reclusos que deseen trabajar pueden acceder a los puestos siguiendo un determinado orden. Así los primeros son los internos en cuyo programa individualizado de tratamiento se contemple el desarrollo de una actividad laboral. En segundo lugar, tienen preferencia los reos con condena sobre los preventivos. La aptitud laboral del interno, la conducta penitenciaria o el tiempo de permanencia en la cárcel, también son cuestiones que influyen. Fernández concluye afirmando que “Tenerife II no es una institución cerrada, es visitada por asociaciones, ONG, y profesionales de apoyo”.