LA VICTORIA DE ACENTEJO

Fermín Correa: “A ningún político se le ha expulsado por ser alcalde”

Fermín Correa (PP), alcalde de La Victoria de Acentejo. /  ANDRÉS GUTIÉRREZ
Fermín Correa (PP), alcalde de La Victoria de Acentejo. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Fue el candidato menos votado en las últimas elecciones municipales pero el apoyo del PSOE minutos antes de la toma de la toma de posesión de la nueva corporación lo convirtió en alcalde aunque tenía firmado un acuerdo previo con Coalición Canaria (CC) para compartir otros cuatro años de mandato. Su partido, el PP, entendió que había desobedecido las órdenes y por le inició un expediente de expulsión que todavía no está resuelto, pero él se sigue defendiendo y asegura que solo cumplió el objetivo que se le propuso: conseguir la Alcaldía.

-Durante la campaña electoral dijo que en 2015 el PP iba a acceder a la Alcaldía. ¿Pensó que iba a ser de esta manera?
“La verdad que el resultado electoral no fue el esperado. Las expectativas y las encuestas no nos acompañaron. El último mes fue incomprensible, no sabemos si por la campaña que hicieron otros y que fue mejor que la nuestra o si se les creyó más a ellos”.

-¿Pensó que su partido le iba a abrir un expediente disciplinario?
“No, ni a mi compañero Leo García, ni a mí. Si bien es cierto que la decisión de votarnos a nosotros mismos en el pleno se tomó de una forma precipitada. Puedo entender que el presidente insular del PP, Manuel Domínguez, tiene que velar por el interés general, y el del PP de La Victoria era coger la Alcaldía y eso se nos ofreció cinco minutos antes y no teníamos ningún poder de reacción. Pero como él tomaba posesión como alcalde de Los Realejos al mismo tiempo, Antonio Alarcó, que se encontraba en el Ayuntamiento, me dijo que solicitara un receso y la secretaria aseguró que no procedía y por eso ocurrió lo que ocurrió”.

[sws_pullquote_left]”Me sigo considerando del PP y voy a defender a la formación de lo que haga falta”[/sws_pullquote_left]-¿Cuál es su situación en el PP?
“Estoy a la espera. Me sigo considerando un miembro más y lo voy a defender de lo que haga falta, como si es necesario acudir a los tribunales porque no he hecho otra cosa que cumplir para lo que se me propuso. Por eso no me explico esta situación”.

-Pero sus dirigentes no lo entienden así y han decidido poner en marcha una gestora…
“Todavía no hay nada creado, son promesas, pero por la información que manejo no hay una sola persona, por lo menos afiliada, que quiera entrar en esa gestora porque el apoyo es total a Fermín Correa y a Leo García”.

-¿Pero sigue siendo presidente del PP local?
“Cautelarmente no porque el partido me ha apartado, pero espero que la situación se reconduzca y por lo menos se me escuche. Será el Comité de Derechos y Garantías quien luego determine qué va pasar. Pero desde luego a ningún político se lo ha expulsado por coger una alcaldía. Eso es algo ridículo”.

-¿Usted ha iniciado acciones legales para defenderse?
“Estoy en ello. Lo que está claro es que no me voy a quedar con los brazos cruzados porque creo que me asiste la razón”.

-Y si finalmente la expulsión se hace efectiva, ¿se arriesgará a seguir siendo alcalde aunque eso conlleve no percibir un sueldo?
“Todavía eso de no percibir sueldo no está tan claro. La ley es un poco ambigua en este sentido, se contradice con la constitución y dice que lo que no se puede es cobrar más sueldo del que se estaba percibiendo. No hay ninguna jurisprudencia que establezca que no se puede cobrar sueldo como cargo público tras ser expulsado de un partido”.

[sws_pullquote_left]”El último año no estábamos en el gobierno, sino que gobernábamos desde la oposición”[/sws_pullquote_left]-¿Fue difícil consensuar el reparto de áreas con el PSOE?
“Cuando no tienes nada preparado y ya tienes la Alcaldía sin pactar nada y sin condiciones es difícil. Hay que ser justo y agradecido y por eso cedí dos años de alcalde y hubiese hecho lo mismo con un pacto previo”.

-En el mandato anterior las alcaldías compartidas en otros municipios como Santa Úrsula o El Tanque no llegaron a buen fin. ¿Qué le hace pensar que La Victoria será una excepción?
“Que he visto salir a dos concejales de dos partidos diferentes juntos en un coche para hablar con la directora de las obras RAM y eso no lo ví los cuatro años anteriores. Así es como se tiene que gobernar, sin mirar el partido. Ahora, cuando veo las cuentas del Ayuntamiento, compruebo por qué desde Intervención se negaba información a los concejales del PP. Únicamente veíamos las facturas de nuestras áreas, los funcionarios de Tesorería nos pedían disculpas porque por orden del anterior alcalde, Haroldo Martín, no podían enseñárnoslas. El último año fue horrible, no estábamos en el gobierno sino que gobernábamos desde la oposición”.

-Después de las elecciones usted denunció las condiciones del pacto con CC. ¿Por qué aguantó tantos años y no lo hizo antes?
“En agosto de 2013 me senté con Manuel Domínguez y Fernando Clavijo para decirles que me marchaba porque hubo cosas gravísimas, no para poner una moción de censura porque creo que eso no conlleva a nada. Pero es cierto que nos pidieron que aguantáramos, que no merecía la pena ir a la oposición. Así, te lo planteas y el último año lo haces por inercia, porque están cerca las elecciones y no quieres más problemas. Esta es mi versión, seguramente CC contará otra, pero lo cierto es que la situación no fue nada fácil. Al PP se le entregaba el presupuesto al mismo tiempo que a la oposición. Por eso lo primero que hice cuando asumí el cargo fue ordenarle al personal del Ayuntamiento que no se ocultara información a ningún concejal, sea del partido que sea”.

-¿Tan dramática es la situación de las arcas municipales hasta el punto de no poder terminar proyectos importantes como el de la carretera vieja?
“Es tan crítica que cuando el 11 de junio pido el estado de tesorería me encuentro con 411.000 euros y tengo que pagar 200.000 euros de las nóminas y doble paga de junio; 80.000 a la Seguridad Social y 30.000 a Hacienda. Me quedé con apenas 100.000 euros y por eso con el consejo de la interventora pedí un préstamo bancario con un interés muy bajo ya que además el anterior alcalde había adelantado el cobro del IBI. Lo que tenemos claro es que los proveedores tienen que cobrar y es un informe de Intervención el que constata que hay 1.650 facturas sin pagar, con un montante económico de 1.600.000 euros, de las cuales el 50% no tiene partida presupuestaria o está agotada, como la obra de la carretera vieja, que tiene 360.000 euros que se deberán afrontar con una partida extrapresupuestaria. También se usa la política sucia, porque CC acude a los proveedores que llevan cinco meses sin cobrar para decirles que el alcalde no tiene potestad para firmar, que no se entera y que no quiere pagar. Por eso, si tengo que acudir a Fiscalía a poner en conocimiento cómo están las cosas, iré. Me he planteado pagarles a todos en un plazo de dos meses y medio”.

-¿Y qué hará PP-PSOE para llegar a final de año?
“Poco, dejar las cuentas saneadas y a partir de 2016 empezar de cero con los proyectos”.