La Punta del viento

Nuestra asignatura pendiente

El Ayuntamiento de Santa Cruz destinó este año casi 24 millones de euros al servicio municipal de limpieza y durante los últimos cuatro años se ha gastado casi un millón de euros solo en reparar los daños de los actos vandálicos en el mobiliario urbano. Son cifras impactantes; mucho dinero que sale de los bolsillos de los ciudadanos y ciudadanas. Aun así, la capital tinerfeña suele aparecer en los primeros lugares de los rankings de las ciudades más sucias de España. Esta semana, precisamente, se estrenaron cerca de 400 contenedores de basura de última generación -más resistentes, más cómodos, más estéticos y fabricados con caña de azúcar- con los que se pretende mejorar la imagen del centro de la ciudad, sobre todo la zona más turística.

Mi compañero en el DIARIO Vicente Pérez, quien además de inquieto y riguroso periodista es un ciudadano muy comprometido con su comunidad y con la protección del patrimonio público, ha grabado unos sorprendentes vídeos de la basura acumulada en algunos puntos muy céntricos de Santa Cruz. Esas grabaciones, que Vicente cuelga en las redes sociales con la vana intención de concienciar a alguno, aparte de provocar vergüenza ajena, debería sonrojar y hacer reflexionar tanto a las autoridades locales como a los ciudadanos en general. Parece increíble. Hay solares en los alrededores del Auditorio que ya parecen auténticos vertederos incontrolados por la cantidad de basura acumulada. Y no digamos el aspecto que presentan algunos puntos del litoral, o las casas abandonadas y en ruinas de El Toscal, o las instalaciones del barranco de Santos y de la mayoría de los parques públicos… Basura por doquier.

Es vergonzoso e inadmisible para una capital como Santa Cruz. Porque la ciudad, como bien suele decirse, es la casa de todos y, por lo tanto, su cuidado es cosa de todos, no solo del Ayuntamiento o de los políticos. Lo repite el alcalde Bermúdez cada vez que tiene ocasión: “Es más fácil no ensuciar que tener que limpiar”. Es más fácil y mucho más barato.

El Cabildo de Tenerife prepara ahora la enésima campaña para fomentar el reciclaje y la separación de residuos en los hogares. Porque lo cierto es que la recogida selectiva y el reciclaje siguen siendo una asignatura pendiente de los tinerfeños. En esta Isla no terminamos de ser conscientes de lo fundamental que es asumir mejores hábitos en el tratamiento de los residuos, que, en definitiva, es algo que repercutirá en un mayor y necesario respeto medioambiental, algo que en nuestro caso, por nuestra condición insular y, además, destino turístico, de calidad -se supone- es una cuestión básica, hasta de supervivencia.
Nos estamos jugando nuestro futuro. Sin embargo, la basura sigue proliferando por todas partes. Hasta en los parajes naturales más emblemáticos de nuestra Isla, como es el pico del Teide, nos encontramos latas de bebidas o botellines de plástico.

Está claro que nuestra verdadera asignatura pendiente es la de la educación. Suspendemos en educación, en civismo, en sensibilización y respeto ambiental. Debemos estar preocupados.