tribuna

La pasión por lo nuestro – Por Alfonso J. López Torres

He de reconocer sin rubor que cuando el presidente Paulino Rivero me encargó en la anterior legislatura la responsabilidad de dirigir el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, lo primero que hice después de agradecerle el nombramiento y su confianza en mi persona, fue acudir a un buscador a ver que era ese organismo que desconocía, y lo segundo acto seguido fue inquietarme ante la responsabilidad que iba a asumir en un sector tan importante como es y debe ser para Canarias el sector primario.

Años después puedo y debo afirmar que ha sido una etapa apasionante y gratificante en mi vida: han sido unos años intensos, de mucha carga de trabajo y muy enriquecedores en el plano personal, profesional y político. Me ha permitido conocer en gran profundidad nuestras siete islas, sus ochenta y ocho municipios, nuestro sector primario y sus subsectores, con sus buenas gentes, y también trabajar al lado de grandes técnicos y funcionarios de la Administración de los que he aprendido cada día, junto a políticos con variadas percepciones, discutibles o no, de lo que debiera ser el ejercicio de su labor.

Gracias a todo esto he aprendido a sentir pasión por lo nuestro. He sentido el orgullo de pertenecer a una tierra que da buenos productos pero que ante todo y sobre todo da buena gente. Y he percibido la necesidad de defender aquello en lo que he aprendido a creer y, a fuerza de frecuentarlo, a querer sin mesura.

Modestamente me voy con la satisfacción del deber cumplido, con menor o mayor acierto, pero siempre con la mejor de las intenciones y la mayor de las entregas, y todo esto además en una etapa inmersa en la peor crisis económica que recordemos en los últimos tiempos y sus consiguientes limitaciones presupuestarias.

En estos años la Unión Europea reconoció fruto de ese esfuerzo las denominaciones de origen de las Papas Antiguas de Canarias (2013) y las Indicaciones Geográficas Protegidas Plátano de Canarias (2013) y Gofio Canario (2014); además se remitió a Bruselas, con el visto bueno de la Consejería y del Ministerio de Agricultura, la documentación solicitando la inscripción de la Denominación de Origen Cochinilla de Canarias en el correspondiente registro comunitario (2015), así como se comenzó a trabajar en las futuras figuras de calidad de la Sal Marina de Canarias y el Queso de Tenerife. Estos registros europeos de calidad diferenciada suponen el reconocimiento a unos productos canarios de calidad indiscutible y el que los operadores de nuestras islas puedan beneficiarse de la protección y acciones que la normativa europea tiene para estos alimentos.

Así mismo se retomó la celebración de los concursos Agrocanarias que se habían dejado de celebrar por diferentes motivos, en sus modalidades de vinos y quesos, celebrándose también el primer Concurso Oficial Agrocanarias Gofio, certámenes éstos que organizados por el Instituto han demostrado sin lugar a duda alguna ser una herramienta de indudable eficacia para la promoción y el reconocimiento de los operadores, dando a conocer la calidad y diversidad de estos productos y contribuyendo de forma importante a la mejora de la comercialización de los mismos.

Se ha potenciado la producción ecológica, agricultura y ganadería, registrando 143 nuevos operadores inscritos en el Registro de Operadores de Producción Ecológica (ROPE) en el último bienio con un incremento exponencial en Canarias de la superficie en hectáreas destinada a la producción ecológica de aproximadamente un 5,4%. También se puso en marcha el Programa de Ecocomedores Escolares de Canarias con la doble finalidad de abordar la cada vez más extendida preocupación de nuestra población por el desarrollo e incremento de las producciones ecológicas y por otra la promoción de hábitos de consumo saludables y responsables mejorando la alimentación de las niñas y niños en edad escolar, pasando en tres años de estar inscritos en el programa un colegio por isla a unos setenta en todo el Archipiélago.

Se aprobó por unanimidad del Parlamento de Canarias, rara excepción ésta, la Ley de los Órganos de Gestión de los productos agrícolas, alimenticios y agroalimentarios no vínicos canarios, elaborada por el ICCA en su totalidad, y que por un lado ha permitido reconocer la importancia de dichos productos distintos del vino, es decir las papas antiguas, el plátano, el queso, el gofio y la miel de Tenerife, y por otro facilitar la concentración de la oferta de los productos agroalimentarios de calidad del Archipiélago, favoreciendo su fomento, promoción y comercialización.

Creo que todo esto es motivo más que suficiente de sentirse orgulloso por haber estado trabajando cada día y durante estos años junto a quienes con su labor, entrega y dedicación han puesto, ponen y pondrán en valor a toda una industria agroalimentaria canaria, obligándonos día a día a quienes ostentemos en pasado, presente o futuro responsabilidades públicas a incentivar la calidad, la distinción y la excelencia en este ámbito, ya que estas mujeres y hombres son el claro y meridiano ejemplo de un trabajo bien hecho y de un colosal y casi heroico esfuerzo del que se están comenzando a recoger los frutos.

Habrá, y de hecho lo hay, quien diga que la gestión al frente de esta y de cualquier otra institución puede ser mejorable, pero discerniendo de quien viene tal crítica, por consecuencia de qué interés viene y con qué fin lo hace, se deberá o no tener en justa consideración la misma, ignorándola obviamente si quien la hace es desde la prepotencia o el resentimiento. Lo que si es en verdad importante es que el ejemplo de todos los que han dedicado, dedican y estoy seguro que dedicarán en el futuro tanto tiempo y pasión a nuestro agro y a nuestros productos agroalimentarios contribuirá sin duda alguna a generar una Canarias mejor.

@AlfonsoJLT