BOXEO

Sandro: “Todavía no me lo creo”

Sandro Domínguez no estuvo solo ante Chiky. Su fiel grupo de aficionados le arropó cuando peor lo pudo pasar y le impulsó para acabar con la faena antes del límite. Al final el adejero estuvo más de una hora agradeciendo la ayuda recibida por todos sobre el cuadrilátero. / GERARD ZENOU
Sandro Domínguez no estuvo solo ante Chiky. Su fiel grupo de aficionados le arropó cuando peor lo pudo pasar y le impulsó para acabar con la faena antes del límite. Al final el adejero estuvo más de una hora agradeciendo la ayuda recibida por todos sobre el cuadrilátero. / GERARD ZENOU

Sandro Domínguez bajó ayer de la nube para cumplir su promesa. El deportista adejero, nuevo campeón de España del peso superpluma, despertó de su sueño y se subió a una bicicleta para hacer su peregrinación hasta Candelaria. Lo había prometido y no podía fallar, aunque esta vez, por primera ocasión en cuatro años el trayecto no fue a pie por el cansancio acumulado.

Su triunfo es el triunfo de todo su municipio, el que casi masivamente acudió a la Sala Magma para respaldarle, ayudarle en los malos momentos y subirle a hombros una vez consumada su hazaña.

Sólo Zeben García e Ibrahim López fueron campeones con menos combates que Sandro. El de Taco lo hizo en su quinto compromiso profesional, el de Candelaria con siete y el de Adeje sumó el título con ocho pleitos en el pugilismo rentado, todo un alarde de precocidad.

“Aún estoy que no me lo creo”, señalaba nada más bajarse del ring aproximadamente una hora después de vencer por abandono al madrileño Antonio Rodríguez Chiky. “Sandro es muy fuerte, iba ganando y creo que será un gran campeón”, aseguraba el de Vicálvaro mientras Óscar Guzmán le suturaba el corte sufrido en su nariz.

La avería nasal del madrileño fue más allá del corte. Su nariz sufrió una fractura producto de un cabezazo fortuito. “No podía respirar, la decisión de mi esquina de tirar la toalla está bien tomada”, aseguraba Chiky, el gladiador, el hombre que no sabe lo que es dar un paso atrás y que en el tercer asalto clavó la rodilla ante una andanada de golpes de su rival “para que no me llegara una mano que de verdad fuera definitiva”.

La avería nasal del madrileño fue más allá del corte. Su nariz sufrió una fractura producto de un cabezazo fortuito./ GERARD ZENOU
La avería nasal del madrileño fue más allá del corte. Su nariz sufrió una fractura producto de un cabezazo fortuito./ GERARD ZENOU

“Es verdad que cuando llegó el cabezazo Sandro iba ganando pero yo me estaba encontrando cada vez mejor y creo que tenía aún muchas cosas que decir en la pelea”, explicaba Chiky por la noche mientras cenaba en un restaurante italiano de Las Américas acompañado por el jefe chatarrero, Javier García Roche, su pupilo Juanito Lee y el comandante Carlos Parga, el hombre con el que comparte habitación en Liverpool, el lugar donde ayer mismo ya descansaba para empezar en unos días a trabajar en busca de la gloria que la mala suerte y la injusticia le negó en otras ocasiones, no precisamente este sábado ante Sandro Domínguez.

El adejero, por su parte, tuvo una noche larga. Tras su triunfo tocó sesión fotográfica con multitud de amigos y familiares aunque la foto más especial se la hizo con su madre, la primera en saltar al cuadrilátero en cuanto voló la toalla desde la esquina de Chiky. “Me encontré muy bien, muy tranquilo y con paciencia aunque es verdad que habíamos trabajado no acelerar tanto y en el cuarto asalto perdí un poco el guión de ese trabajo”, aseguraba un Sandro que vivió “el día más feliz de mi vida”.

El gran nivel ofrecido por el adejero no pasó desapercibido para gente como el propio García Roche. El mediático fajador barcelonés consideraba que Sandro “tiene mucho futuro por delante en el boxeo”. “Lo ha hecho muy bien, se le ve que es muy fuerte y que está bien preparado y en este peso es un chico muy peligroso”, afirmaba el jefe de la tribu chatarrera que en breve comenzará a preparar su gran duelo con Kerman Lejarraga El Revolver de Morga en otro de los grandes combates que quedan por celebrar en 2015. Óscar Rayito Sánchez también vio a un Sandro “superlativo y mejor preparado que nunca”. El triunfo de Sandro ya es historia, ahora tiene páginas para seguir escribiendo.