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Santa Cruz busca con la ULL un control “científico” de las plagas

La mala costumbre de alimentar animales en la calle está haciendo que el Ayuntamiento de Santa Cruz se encuentre con verdaderas dificultades para realizar con éxito el control de plagas que se aborda desde el área de Salud Pública. En aras de conseguir una mayor eficiencia, el Ayuntamiento está preparando un convenio con la Universidad de La Laguna (ULL) para recibir asesoramiento científico sobre la mejor manera de evitar que se reproduzcan las plagas. Así lo avanzó el nuevo concejal de Accesibilidad, Medio Ambiente y Sanidad, Carlos Correa (PP), quien detalló que, aunque la presencia de cucarachas, ratas o palomas se mantiene estable en las ciudad, “sí que es cierto que hemos detectado que algunas plagas, como las de las ratas negras o arborícolas, se están incrementando”. “Esta rata vive en las palmeras y es un animal complicado de controlar, por eso hemos buscado ayuda en la ULL para encontrar la forma de controlarla”.

Correa focaliza la actuación del área de Salud Pública en, además de las campañas que ya realiza, la concienciación de la población para que evite dar de comer a los animales en la calle. “Cada vez es más difícil hacer un control porque hay gente que alimenta a animales como las palomas, lo que nos dificulta mucho el trabajo”. El edil es muy crítico con este comportamiento porque, “aunque parezca algo bonito, lo cierto es que genera un gran problema ya que, además de darles una fuente de sustento, la comida que ellas no se comen se la llevan otras plagas como las ratas”. Esas dificultades son las que han llevado al Ayuntamiento a requerir la ayuda de la ULL para una mejor gestión de las plagas, “queremos que nos asesoren a nivel científico para controlar la población de ratas, pero también de palomas, cucarachas y plagas en general”. Junto a las ratas, el edil reconoce que las palomas son otro de los problemas graves a los que se enfrenta Salud Pública. “Estos animales conllevan importantes problemas para la ciudad y la convivencia”, explica el edil. “Son portadoras de un sinfín de enfermedades -continúa- y el problema radica en que hay gente que sigue alimentándolas”. “Es una irresponsabilidad”, insiste.

Correa explica que desde Sanidad Pública se lleva a cabo un control de las palomas a través de trampas y otros medios, métodos que reciben la crítica de las protectoras de animales, con las que el edil se mostró en desacuerdo. “Estamos intentando, con trampas y otros medios, su control, pero cuando lo hacemos, detrás están las protectoras que nos acusan de maltratar a los animales”, señala. “Lo que me llama la atención es que cuando lo hacemos con las palomas nos acusan de maltrato pero cuando lo hacemos con las ratas, a las que se les da un veneno que les produce una hemorragia y agonizan entre cuatro y cinco horas, nos les parece mal, pero sí que se capture una paloma”. Preguntado por la mujer que es conocida en la ciudad por ir dejando comida a palomas y ratas por las esquinas, el edil reconoce que “tenemos una carpeta con muchísimos expedientes de esta persona”, para añadir que “es complicado porque esta persona cree y está convencida de que está haciendo una buena acción y nada más alejado de la realidad porque pone en riesgo los controles”.

Proyecto piloto con las colonias de gatos

Frente a la erradicación de ratas y palomas, el Ayuntamiento trabaja por el control de otro de los problemas que tiene la ciudad con los animales y son los gatos abandonados. “Vamos a iniciar un programa piloto que se llama Colonia de Gatos, que ya funciona en Las Palmas de Gran Canaria. El programa estará conformado por dos colonias de gatos en las que vamos a intentar censar todos sus miembros”, explica Correa.

Detalla el edil que se va a controlar estas colonias de forma que “el alimentador tenga un control exhaustivo de su colonia y sepa cuántas hembras tiene y estén totalmente esterilizadas porque es la única forma de controlarlas”. Reconoce Correa que esto es una solución a largo plazo e insiste en que “si la colonia de gatos la convertimos en un sitio en el que la gente que está cansada de su gato lo deja allí, no vamos a acabar con ella”.

“La gente tiene que ser responsable con sus mascotas, entender que no estamos hablando de un juguete, y que no se puede tener un animal solo mientras nos guste. Es una responsabilidad”, concluye el concejal.