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Los psicólogos recomiendan transmitir entusiasmo en el regreso al colegio

Víctor Camacho aboga por un enfoque positivo del hecho de la vuelta al cole. / ANDRÉS GUTIÉRREZ
Víctor Camacho aboga por un enfoque positivo del hecho de la vuelta al cole. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

“Ir al colegio debe ser un disfrute”, ha afirmado hoy el psicólogo Víctor Camacho, quien ante la vuelta a las aulas y recomienda mantener un enfoque positivo y por transmitir “entusiasmo” a los niños.

Miembro del Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, Víctor Camacho indica en un comunicado que el colegio debe adaptase al alumno, “no el alumno al colegio”, y agrega que la comunicación entre el colegio y la familia es clave para detectar problemas.

Camacho propone preparar con tiempo el inicio del colegio o el regreso a las aulas; con una anticipación de una semana o diez días, y convertirlo en una actividad agradable, que resulte atractiva y muy positiva.

“Transmitir entusiasmo” es la primera recomendación que hace Víctor Camacho, para quien se trata de crear expectativas positivas sobre lo que se va a encontrar el niño o la niña y también de implicarlos en los preparativos, de la misma manera que se les implica en las vacaciones.

Víctor Camacho aboga por un enfoque positivo del hecho de la vuelta al cole y hablar de forma natural y espontánea de ello, sin transmitir angustia, pero también evitando un tipo de conversación frecuente en que los padres se refieren a este regreso como una “liberación”, advierte.

Aconseja además “empezar las mañanas lo más agradable posible, porque en muchas casas es un infierno, el levantarse, el desayuno y la falta de tiempo, con lo que el niño recibe nada más levantarse gritos, órdenes y todo nuestro cabreo, con el estrés que eso genera y que va a descargar seguramente en el colegio.

Igualmente, el “paseo hasta el colegio debe ser ameno, y la despedida breve, sin dramatismos ni consejos de última hora”. Y a la salida lo mismo: “evitar acosarle con preguntas de qué te dijo el profesor, qué comiste, etcétera”.

Camacho estima que un tiempo normal de adaptación del alumno no sobrepasa las dos semanas.

Admite, por su experiencia profesional, que a veces es el colegio el que no encaja con el niño, “porque realmente es el colegio el que debe adaptarse a las necesidades del alumno, no el alumno al colegio”.

En todo caso, cree que el profesor es la persona que mejor indicará la evolución del niño en el aula, con el que hay que mantener una comunicación fluida, inicial y a lo largo del curso.