CULTURA

Román Hernández: “Un escultor no se hace de un día para otro”

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Román Hernández inauguró su exposición ‘Cuestiones ineludibles’ el pasado viernes . / DA

Román Hernández tiene un trabajo difícil : convertir materiales como el bronce, la madera o la piedra en figuras que expresen emociones y hacerlas filosofía. Hernández es escultor y profesor en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, su extenso currículo no podría caber en las líneas de esta entrevista, basta con señalar que su primera exposición individual fue en 1994, aunque comenzó mucho antes. Desde entonces no se ha detenido. Conferencias, presentaciones, muestras e investigaciones le definen. El pasado viernes inauguró, en el exconvento de Santo Domingo, la exposición Cuestiones ineludibles, una poética del silencio. Un trabajo en el que reflexiona sobre la muerte junto a 46 poetas de diferentes nacionalidades. La muestra se mantendrá hasta el próximo 28 de octubre. Así ha resumido su trabajo para DIARIO DE AVISOS.

-¿Por qué Cuestiones ineludibles?
“Cuestiones ineludibles, una poética del silencio es un trabajo que lleva gestándose desde hace unos tres años, cuando le propuse a varios poetas nacionales e internacionales colaborar con su visión sobre un tema muy concreto: la sentencia latina memento mori (recuerda que eres mortal). Justamente para tratar el asunto de la muerte nace esta exposición”.

-¿Cómo fue trabajar con 46 poetas en este proyecto?
“Cada poeta aportó su punto de vista. Para esta exposición conté con artistas ​de ámbito regional, nacional e internacional . Ellos escribían ​a partir de las obras que yo les iba enviando. Así, todos los poemas versan sobre la muerte, el silencio​, la soledad​ el alma​. E​n esta ​he tratado de unificar ​dos lenguajes: el de la escultura ​y el de la alta literatura, es decir, la poesía. El texto inscrito en la obras ​son un elemento compositivo más, que nos ayuda a dar forma a cada escultura”.

– ¿Cuántas piezas componen la muestra?
“En Santo Domingo hay aproximadamente unas 35 piezas. Y en la exposición que se inaugurará el próximo viernes, 18 de septiembre, en la galería de arte Bronzo, se muestran otras 40 obras que son el resultado de otros proyectos pero que comparten un mismo tema”.

– ¿Figurativas o abstractas?
“Son conceptos difíciles de definir. Muchas piezas sí son abstractas, pero en todo caso, reconocibles o figurativas. En otros casos es más evidente que son figurativas pero cargadas de conceptos abstractos”.

– ¿Cuánto hay de filosofía en toda su obra?
“La vida es filosofía. Mis obras describen de alguna forma algunos conceptos humanistas. Son reflexiones sobre cuestiones abstractas como el alma, los sentimientos. La literatura también está detrás de todo esto”.

– ¿Cómo ha influido en su carrera el hecho de ser profesor de escultura en la facultad de Bellas Artes?
“Yo me retroalimento de la docencia. Si no hubiera sido por las investigaciones llevadas a cabo en la facultad de Bellas Artes para obtener el doctorado, la exposición de hoy no habría sido posible. Hay una relación directa en todo lo que he estudiado e investigado durante toda mi vida académica y lo que es mi obra. Todo esto ha hecho que hoy sea quien soy como artista”.

– ¿Tenemos en Canarias una buena cantera de escultores?
“Por supuesto. He tenido buenos alumnos que hoy son grandes escultores. Todas las islas han dado buenos artistas con un enorme potencial. Siempre pensamos que lo de fuera es mejor, pero aquí hay grandes artistas. Lo sé por experiencia”.

-¿Esos jóvenes se ven lastrados por la insularidad?
“Es muy complicado darse a conocer a nivel nacional o internacional desde las islas, porque estamos fuera del continente. El mayor problema son las aduanas. Fiscalmente tenemos que demostrar todo constantemente. Además, muchas veces tienes que costear el traslado”.

-¿Qué diferencias podemos encontrar entre esta y otras exposiciones?
“Un escultor no se hace de un día para otro. El que conoce mi obra sabe que hay un hilo conductor en todos los proyectos que he desarrollado en todos estos años. Hay asuntos que para mí son incluso obsesivos, elementos iconográficos, como puede ser el cráneo”.