IBEROSTAR TENERIFE

Sensación Abromaitis

El interior canarista llegó este verano con la complicada labor de sustituir a Luke Sikma, ahora en el Valencia Basket. / andrés gutiérrez
El interior canarista llegó este verano con la complicada labor de sustituir a Luke Sikma, ahora en el Valencia Basket. / andrés gutiérrez

Dos encuentros de pretemporada han bastado para que el aficionado canarista fije sus ojos en Tim Abromaitis. Los buenos números del interior en los duelos del Trofeo Ciudad de Palma han hecho recordar a otros descubrimientos canaristas, como Luke Sikma, Jakim Donaldson o Levi Rost, pero todo ello no es fruto del azar, tampoco son fichajes hechos a golpe de talonario, sino el resultado de seguimientos largos, que suelen durar años, hasta que el jugador, si se da el caso, se pone a tiro.

La oportunidad
Es tan cierto que Tim Abromaitis fue una de las sensaciones de la pasada Bundesliga como que ningún club pareció dispuesto a darle la oportunidad que sí quiso ofrecerle el Iberostar Tenerife. Alejandro Martínez ha destacado de él su inteligencia dentro de la pista y su capacidad para asumir conceptos por lo que, Abromaitis es, en principalmente, un jugador listo, que supo crecer jugando competiciones europeas y que ahora quería dar el salto a la Liga Endesa.

Este fin de semana, frente al CAI Zaragoza, firmó 12 puntos, con un 66% de acierto en triples, y tres rebotes, mientras que en el duelo frente al Estudiantes, el norteamericano se marchó hasta los 23 puntos, con 57% de acierto en triples, y cinco rebotes. Todo ello en pretemporada, en liga, seguro, pagará la novatada, pero eso es algo con lo que cuenta Alejandro Martínez.

Para llegar a hacer fichajes como los de Tim Abromaitis el entrenador aurinegro y Aniano Cabrera, gerente del club, no pierden de vista las distintas ligas europeas así como las Ligas de Verano de la NBA. Son muchas las ocasiones en las que el técnico viaja a Estados Unidos a ver jugadores, a pesar de que muchas veces tiene pocas opciones, por cuestiones de coste y de que al jugador norteamericano le seduce jugar competición europea, de cerrar alguna contratación ese mismo verano. No cuentan con un equipo detrás, como puede suceder con los clubes de fútbol, sino que son solo ellos dos los encargados de seguir las ligas de lugares como Alemania, Francia, Austria o Bélgica. Si ven algún jugador que destaque comienzan a seguirlo y, aunque no pueda llegar al club de manera inmediata, no abandonan nunca ese seguimiento. Otro buen ejemplo de ello es Ian O’Leary, al que analizaban desde que estaba en LEB Plata y que fue fichado este mismo verano.

A Abromaitis lo seguían desde que el jugador estudiaba en la Universidad de Notre Dame, antes de dar el salto a Europa a distintos clubes que le permitían jugar Eurocup y Euroliga. También en ello parte con desventaja el CB Canarias ya que muchos de esos jugadores prefieren disputar dos partidos a la semana al asemejarse al sistema de competición al que están acostumbrados en su país.

Con todo ello, en muchas ocasiones el club insular debe esperar a que los jugadores puedan recalar en la isla después de haber probado fortuna en otras entidades con mayor capacidad económica o poder contratar deportistas que arriesgan hasta el último momento para poder entrar en la NBA. El sueño de competir en la mejor liga del mundo se les queda algo lejos, pero tienen calidad suficiente para la ACB una vez descartados.

Pero hay otro factor importante: tener la capacidad de arriesgar dando la oportunidades. Como el propio Alejandro Martínez admite, del mismo modo que ellos vieron a Abromaitis lo pudieron ver otros muchos clubes, pero pocos estaban dispuestos a hacerlo debutar en un torneo como la Liga Endesa, más aún teniendo la vitola de jugador titular, o que dispondrá de muchos minutos, y sustituyendo a un hombre como Luke Sikma.

Por supuesto que tiene sus riesgos, como algunos fichajes fallidos durante la etapa en LEB y alguno en ACB que no pudo ofrecer el rendimiento esperado, pero lo cierto es que parece la única manera de poder competir con clubes que sí disponen de la capacidad económica suficiente para acudir al mercado a escoger primeras opciones.

Los aurinegros no siempre pueden ser los primeros, incluso asumen que son “de los últimos de la parrilla” en determinadas contrataciones, pero lo cierto es que, en el caso de Tim Abromaitis, jugador que pensaban en su día que quizás nunca podrían llegar a contratar vistas sus cualidades, da la impresión de que el trabajo de seguimiento puede volver a dar sus frutos.