SIN PENA NI GLORIA

Tragicomedia italiana

Mauro Sandreani y Cleante Sat, a la izquierda, fumando en pipa, durante un encuentro de pretemporada de los insulares| DA
Mauro Sandreani y Cleante Sat, a la izquierda, fumando en pipa, durante un encuentro de pretemporada de los insulares| DA

En el verano de 1999 Mauro Sandreani se convirtió en el primer, y por ahora único, entrenador italiano de la historia del CD Tenerife. Su último equipo había sido el Émpoli, del que fue destituido, justo lo mismo que le había sucedido con Torino y Ravenna dos años antes. Así que, por 140 millones de pesetas de la época, Sandreani se presentó, tras cesar en sus anteriores tres clubes, en el Heliodoro, con el único dato para el optimismo de haber tenido a sus órdenes a jugadores como Del Piero, Di Livio, Goran Vlaovic o Albertini, pero el experimento, como se puede catalogar la contratación del transalpino, salió mal.

Nada más poner un pie en la isla Sandreani admitió conocer los problemas en el vestuario blanquiazul, lo que no parecía el mejor augurio. “Sé que ha habido problemas en el Tenerife, pero estoy acostumbrado a trabajar en situaciones difíciles. Los jugadores deben respetar el trabajo del entrenador y el de sus compañeros”, advirtió Sandreani, aunque no fue así.

Para conseguir los mejores resultados, se presentó con un ayudante, Maurizio Severino, y un preparador físico, Cleante Zat, que llamó la atención por su gusto por fumar en pipa en el propio banquillo, algo que, afortunadamente, solo hizo en pretemporada.

Desde un primer momento se habló de la posible italianización del equipo, después de que Sandreani admitiera en La Gazzetta dello Sport que buscaba jugadores de su país para completar la plantilla, algo que luego negó a la prensa tinerfeña. Lo cierto es que nunca llegó un jugador de aquel país y sí se dieron salidas importantes, como la de Slavisa Jokanovic.

Sandreani solo dirigiría al equipo durante las siete primeras jornadas de la temporada 99/00, ganando dos encuentros, empatando otros dos y perdiendo en tres ocasiones. Paradójicamente, lo que le hizo abandonar de la isla no fue una derrota, sino un empate, frente al Getafe en Madrid, en una mañana de domingo que marcó el destino del técnico.

En la rueda de prensa previa, ya con muy mal ambiente alrededor del equipo, Sandreani, al ser preguntado por los motivos de dejar fuera de la convocatoria a Portocarrero y Santos, se descolgó con unas declaraciones en las que apuntaba que ambos jugadores no eran “Zico y Maradona” dejando en evidencia la insalvable distancia del transalpino con respecto a su grupo de futbolistas.

Sandreani sabía que su futuro pasaba por ganar en Madrid, pero su equipo, tras tener una ventaja de 0-2, acabó empatando ante un rival con solo nueve jugadores sobre el terreno de juego.

Su rueda de prensa posterior al duelo fue interpretada por el club como una renuncia al cargo, algo que no fue así, y que acabó en los tribunales. El Tenerife tuvo que pagar posteriormente al técnico y sus ayudantes 600.000 euros. Fue la última ocasión, al menos conocida, que Mauro estuvo en la isla, ya que él mismo se personó para la ejecución de los avales correspondientes.

ANTES

Nacido en Roma, el 26 de septiembre de 1954, se formó como futbolista en las categorías inferiores de la AS Roma, debutando con su primer equipo en 1974. Como futbolista vestiría las camisetas de Vicenza, Génova, Módena, Fano, Rímini y Vis Pésaro. Tras retirarse comenzó su carrera como entrenador, ocupando los banquillos de Perugia, como ayudante, Pádova, ayudante y técnico principal, Torino, Ravenna y Émpoli. Donde más éxito tuvo fue en el desaparecido Pádova, club al que estuvo vinculado durante siete campañas.

DURANTE

Llegó al CD Tenerife después de haber dirigido al Émpoli durante un solo curso. Llegó a la isla en una situación convulsa, en la que él mismo reconoció algunos problemas dentro del vestuario blanquiazul. Nunca caló en el grupo y tampoco logró los resultados esperados, dejando de ser entrenador de los tinerfeños el 4 de octubre de 1999, poco más de tres meses después de ser presentado. La culpa la tuvo un empate a dos en Getafe, después de que el Tenerife fuera ganando por 0-2, y una rueda de prensa en la que Sandreani parecía que arrojaba la toalla, siendo su salida la mejor solución posible.

DESPUÉS

Regresó a su país, donde entrenó al Treviso antes de acabar desencantado con la faceta de primer entrenador. A Mauro Sandreani le gustaba el fútbol de cantera, por lo que fue contratado la Juventus además de trabajar para la Federación Italiana de Fútbol en la búsqueda de nuevos valores para sus equipos de cantera. Antes había sido comentarista de la RAI en los encuentros de la selección italiana. En 2006 sería apartado de ese cargo al verse implicado en el escándalo conocido como Calciopoli. Como curiosidad, cedió su voz para la edición italiana del conocido videojuego Pro Evolution Soccer.