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Vecinos de Santa Cruz denuncian una nueva oleada de delitos

Además del robo hay daños, como en este coche hace unos días. | DA
Además del robo hay daños, como en este coche hace unos días. | DA

Vecinos de los barrios colindantes de la Divina Pastora, la Cruz del Señor, Las Indias o la propia avenida de Venezuela perciben un aumento en la inseguridad de estas zonas de Santa Cruz de Tenerife, tal y como han puesto de manifiesto a esta Redacción y se ha podido constatar a través de denuncias presentadas o manifestaciones realizadas por representantes de estos residentes capitalinos o, directamente, víctimas de estos delitos.

En concreto los ciudadanos consultados coinciden en observar que las prácticas criminales más comunes en estas zonas durante las últimas semanas son los ataques a la propiedad privada, especialmente en dos modalidades: el asalto a los vehículos estacionados en la vía pública para hacerse con los objetos depositados en su interior y los atracos a establecimientos, generalmente caracterizados por realizarse con arma blanca y por sus escasos botines.

Por contra y a diferencia de otros años, las terriblemente inquietantes noticias de asaltos a viviendas particulares parecen hacer remitido en número tras el gran aumento de hace unos años detectado hasta en las estadísticas oficiales.

“Hubo otra oleada a primeros de año, pero la cosa se había calmado hasta ahora” explica el presidente de una comunidad de vecinos de La Divina Pastora que prefiere guardar el anonimato. “Entonces hasta nos entraron en un local de la comunidad y la racha afectó a varias calles de esta zona y de Las Indias, pero lo de los últimos días ha sido como volver a vivir la pesadilla”. Este representante vecinal se refiere a la madrugada de hace unos días, cuando varios vehículos fueron forzados por los amigos de lo ajeno en una jornada que resultó particularmente lucrativa para ellos.

Ello se debe a uno de estos robos, lógicamente denunciado en una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, estuvo envuelto en especiales circunstancias, ya que una de las víctimas del mismo atisbó desde la ventana lo que pasaba y su pareja sentimental bajó a la calle para defender sus propiedades.

El relato de los hechos contenido en la denuncia aludida describe una escena complicada, ya que los delincuentes eran dos: uno saqueaba los coches mientras el otro hacía acopio de la mercancía sustraída.
En el caso concreto que nos ocupa, los malechores se hicieron con abundante material relacionado con la práctica del béisbol lo que, junto a otros objetos, el valor de lo robado se estima entre 600 y 700 euros aproximadamente.

Retornando la escena de madrugada, cuando el propietario del vehículo llegó al mismo, el ladrón que robaba en su interior huyó apresuradamente hacia donde se encontraba su compinche, un varón de aproximadamente 190 centímetros de estatura que no dudó en utilizar uno de los bates de béisbol para amenazar al ciudadano para, posteriormente, darse a la fuga en carrera tan precipitada que al menos pudo recuperarse una de las bolsas deportivas.

Lo único bueno de esta acción delictiva es que la víctima tuvo tiempo suficiente como para observar los rostros de ambos ladrones, al punto que su descripción sin duda ayudará a los agentes en las tareas de identificación de los autores de estos asaltos.

Y, claro, llueve sobre mojado. No hay panadería de esta parte de la ciudad que no cuente a pares los atracos sufridos este año, siempre cometidos cuando sólo hay en el negocio una dependienta. En cuanto al 24 horas de Las Indias, sus problemas con la delincuencia se remontan años atrás. ¿Calles preferidas para los cacos en opinión de los vecinos? Simón Bolívar, parte alta de Las Indias y junto a los jardines de La Divina Pastora. Hay sensación de hartazgo en esta zona de la capital.