CD TENERIFE

Un bodrio difícil de digerir

El delantero estuvo muy activo en la primera parte | ANDRÉS GUTIÉRREZ
El delantero estuvo muy activo en la primera parte | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Un soberano bodrio fue lo que se tragaron ayer los casi 8.000 seguidores (cada vez son menos) que se dieron cita en el Heliodoro. Todos fueron con la esperanza de ver a un equipo que parecía resurgir, sin embargo tuvieron que ver de nuevo en acción al equipo de los primeros compromisos ligueros. Solo en la segunda parte mejoraron algo los de Agné, aunque previamente firmaron una primera parte que atenta contra este deporte. Al final, empate a cero justo y aburrido. Durante el primer cuarto de hora solo hay que reseñar un remate de Rubén Peña en el minuto nueve que apenas dejó peligro para Dani. Ahí comenzó a dibujarse el dominio del Leganés, quién durante todo el primer acto llevó más peligro a la meta blanquiazul, aunque sin apenas efectividad.

La supremacía pepinera se alargó a lo largo de toda la primera parte, pudiendo adelantarse en el marcador en el minuto 36 por mediación de Borja Lázaro. Su disparo raso lo atajó sobre la misma raya de gol Dani, quien demostró tener buenos reflejos. Antes de eso, en el 21, Ricardo tuvo que sustituir a un lesionado Cristian. El portuense tuvo una tarde nefasta. Falló la mayoría de entregas que intentó. No está para jugar, de momento. El Tenerife llegó al descanso sin haber efectuado un tiro entre los palos. Por fuera tampoco. El Tenerife mejoró en la segunda parte. El rival bajó enteros y apenas se acercó a la meta adversaria. La primera ocasión de peligro del Tenerife en todo el partido llegó en el minuto 47.

Pedro se encontró con un balón suelto que despejó previamente Serantes, pero no pudo concretar el disparo, por lo que el balón se le fue por arriba. Peor fue la que falló en el 71. Un preciso pase de Suso en boca de gol lo desaprovecha el delantero. Fue más difícil fallarlo que meterlo. Estrepitoso error.

Previamente, Agné se llevó una severa reprimenda del público cuando retiró a Nano, que era de los pocos que estaba generando peligro.
En la recta final del partido, el asistente anuló un gol del Tenerife por fuera de juego. Preciso pase de Omar Perdomo y remata bien la faena Pedro, aunque en fuera de juego.

Borja Lázaro, al filo del tiempo reglamentario, pudo marcar pero el balón se fue rozando el larguero, metiendo así el susto en el cuerpo de unos desencantados seguidores que se regresaron a casa con un terrible agridulce sabor de boca.