La llegada de una nueva patera sin ser detectada al sur de Gran Canaria la noche del pasado domingo ha vuelto a poner de manifiesto los problemas que desde hace más de un año presenta el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) ubicado en la provincia de Las Palmas, uno de los más antiguos de todos los instalados en las costas españolas para controlar la inmigración ilegal y el narcotráfico.
La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, reconoció ayer a los medios -tras participar en el día de la patrona de la Guardia Civil- que “el SIVE viene teniendo algunos problemas; hay ecos pero no se terminan de ver las embarcaciones”. Por este motivo, Hernández Bento recordó que el Estado ha destinado una partida de seis millones de euros para modernizar estos sistemas de detección, sobre todo los de Las Palmas, Almería, Cádiz y Huelva.
Respecto a la patera que arribó por sus propios medios a la isla de Gran Canaria, la delegada del Gobierno confirmó que presumiblemente partió de la costa saharaui y llegó la madrugada del domingo al lunes a la playa de Tarajalillo, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. En ella viajaban supuestamente 14 personas (cinco hombres adultos, cinco posibles menores y cuatro mujeres). “Nueve personas fueron interceptadas, entre ellas dos mujeres, que tuvieron que ser trasladadas a un centro de salud por patologías leves; una llegó con su silla de ruedas, porque manifestó que había sido operada recientemente. Dos de ellas comentaron que son sirias, pero se trata de datos que todavía estamos comprobando”, recalcó Hernández Bento, quien precisó que el aumento de las llegadas de sin papeles por vía marítima “no es relevante” en comparación a lo que está ocurriendo en el Mediterráneo actualmente.
Una opinión que suscriben desde la propia Guardia Civil, quienes no obstante confían en que no se produzca un repunte en la llegada de pateras y que tampoco se trasladen los inmigrantes de Oriente Medio a esta zona del Atlántico. “Pero nunca se sabe cómo operarán las mafias, porque depende de la presión policial que haya”, concluyen las mismas fuentes.
Cifras al alza, pero no alarmantes
La llegada de cuatro pateras con más de un centenar de inmigrantes a bordo a las costas del Archipiélago a lo largo del último mes vuelve a demostrar que la tendencia sigue “al alza”, como apuntan los expertos en el fenómeno migratorio. No en vano, según datos contabilizados por la Delegación del Gobierno, en lo que va de año han arribado ya a Canarias más de 400 personas, la cifra más alta registrada desde el año 2011. En este sentido, algunas ONG y la propia Guardia Civil alertan de una posible reactivación de la ruta atlántica, debido a la proliferación de los conflictos bélicos en África Occidental y el grave contexto en el que se encuentran actualmente muchos países de Oriente Próximo. La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, volvió a lanzar ayer un mensaje de tranquilidad, y aseguró que es normal que lleguen más barquillas en estos meses, “porque tradicionalmente es la época del año en la que más llegan”. Hernández Bento detalló que, en total, son 16 las pateras contabilizadas en lo que va de año, una cantidad “similar” a la de otros ejercicios recientes. “Siguen siendo cifras que no pueden llevar a la alarma”, concluyó la delegada del Gobierno en el Archipiélago.