Gustavo González de Vega: “La zona franca es la llave para el desarrollo industrial de Tenerife”

Foto SERGIO MÉNDEZ
Foto SERGIO MÉNDEZ

Zona Franca de Tenerife será la anfitriona, el próximo viernes 16 de octubre, de la primera reunión anual de Zonas Francas Españolas, un encuentro al que asistirán sus homólogos de Barcelona, Cádiz, Vigo y Gran Canaria. A pesar de ser la de más reciente creación, el resto de las zonas francas han elegido Tenerife como sede del primer encuentro formal que se produce tras la firma, en 2014, del convenio de colaboración suscrito entre las cinco zonas francas españolas con la finalidad de crear una plataforma de trabajo común. 

-¿Es tan importante que Tenerife sea sede de este encuentro?

“Desde luego, no solo por la importancia que supone ejercer de anfitriones en el encuentro de zonas francas más relevante a nivel nacional, sino por lo que significa contar con el apoyo del resto de zonas francas españolas en esta fase inicial de la puesta en marcha de la zona franca de Tenerife, lo cual evidencia que se ha conformado en Tenerife un proyecto sólido con garantías de futuro”.

-Se puede decir entonces que aquel proyecto que comenzó en 2006 comienza a materializarse.

“Exactamente. Es verdad que a mucha gente le puede llamar la atención el tiempo que ha transcurrido para ver materializado un proyecto que todos esperábamos, pero tenga en cuenta que, a pesar de que la autorización del Ministerio de Economía y Hacienda fue, efectivamente, en el año 2006, no se formaliza el consorcio hasta 2010 y la actividad no comienza como tal hasta el año 2012, así que lo cierto es que llevamos tan solo tres años de actividad real. Sin embargo, considero que en estos tres años hemos conseguido afianzar un proyecto que es básico para el desarrollo económico de la Isla”.

-Antes de hablar de esos logros en tiempo récord, me gustaría que explicara, sobre todo para ponernos en situación ¿qué es realmente la zona franca y para qué sirve?

“Si. Muy sencillo, le explico. Podemos definirla como un espacio específico dentro del territorio aduanero de un país en el cual se puede introducir cualquier tipo de mercancías, independientemente de su origen o su destino, las cuales estarán exentas de la obligación del pago de aranceles, impuestos indirectos o especiales durante el periodo en que se encuentren en el interior de dichos espacios francos. Se trata por tanto de una potente herramienta de promoción del comercio exterior fundamentada en tres grandes beneficios: el ahorro de costes, la simplificación de los trámites aduaneros y la libertad del tratamiento de las mercancías, permitiendo desarrollarse en la zona franca cualquier tipo de actividad industrial, comercial o de servicios”.

-¿Cómo afectan los últimos cambios normativos a la zona franca?

“Así es, de hecho, el tema principal a tratar durante las jornadas técnicas que celebraremos el próximo viernes 16 de octubre será la incidencia del nuevo marco normativo europeo en el futuro de las zonas francas, que cobra especial relevancia en el caso de Tenerife, puesto que estos cambios han propiciado la necesaria transición de una zona franca abierta a una acotada. En sentido es importante destacar que una zona franca cerrada con espacios específicamente delimitados dentro del puerto no supondrá en ningún caso una merma. Todo lo contrario. Este nuevo formato implica la ampliación de determinados beneficios para las empresas, tanto es así, que el mismo día que se aprobaba la delimitación de los espacios el pasado mes de julio, recibíamos tres nuevas solicitudes de operadores específicamente interesados en esta nueva tipología de zona franca. A estas autorizaciones debemos sumar las solicitudes actualmente en trámite de otras cuatro empresas, la mayoría de ellas dedicadas al sector de la reparación naval”.

-Supongo que hablamos de espacios en el puerto de Santa Cruz, ¿pero qué ocurre con el Puerto de Granadilla?

“Pues precisamente uno de los logros conseguidos en este periodo ha sido la incorporación formal del municipio de Granadilla de Abona al consorcio y, por lo tanto, la posibilidad de ampliar la actual zona franca a los espacios del futuro puerto de Granadilla y el polígono industrial adyacente. Tanto el puerto de Santa Cruz como el futuro puerto de Granadilla cuentan con las infraestructuras y la capacidad necesarias para recibir los grandes buques que actualmente lideran el tráfico marítimo mercantil, lo que nos posiciona como un puerto hub para la conexión con África Occidental. Pero el objetivo es no limitarnos únicamente al trasbordo de mercancías, sino apostar además por aprovechar las beneficiosas condiciones de nuestros espacios francos para atraer la implantación de empresas de actividad industrial que contribuyan a la generación de carga en nuestros puertos, aspecto fundamental para resultar atractivos como un punto logístico de interés dentro de las rutas comerciales internacionales, mejorando la actual conectividad e incidiendo de forma sustancial en el desarrollo económico de la Isla”. Mire, la zona franca es la llave para introducir un elemento de desarrollo industrial en Tenerife”.

-Y ¿cómo se hace esto?

“Pues una vez que un territorio como el nuestro cuenta con los elementos básicos para el desarrollo de cualquier proyecto empresarial: infraestructuras, conectividad y ventajas especialmente beneficiosas para los inversores, el siguiente paso es la especialización en sectores específicos. Analizar el contexto económico en el que nos desenvolvemos para detectar las actividades más propicias es esencial como punto de partida de cualquier proyecto de éxito. Un claro ejemplo en este sentido lo encontramos en el sector de la reparación naval, una actividad actualmente en auge en nuestro puerto por las especiales condiciones que Tenerife ofrece para su desarrollo. Llegados a este punto, es fundamental que todas las instituciones colaboren en la consolidación de actividades como ésta en nuestra Isla, lo cual se logra dando cobertura a todos los segmentos que componen un determinado sector, desde la facilitación de la implantación de empresas hasta el desarrollo de formación especializada que contribuya a la empleabilidad de la población ubicada en el área de influencia de dichas empresas”.

-Pero explíquenos, ¿qué es lo que ha pasado para que la zona franca se haya puesto definitivamente en marcha?

“Durante estos tres primeros años se han establecido los pilares básicos que van a sustentar este proyecto. En primer lugar se ha hecho un esfuerzo por dotar al Consorcio de los recursos necesarios para el inicio de su actividad, con la dificultad añadida que supone la creación de una Entidad Pública Empresarial en un contexto de crisis y condicionado por exigentes medidas de austeridad. En segundo lugar, la definición de la propia naturaleza jurídica de la Zona Franca y su adaptación a la nueva normativa europea, que se ha concretado en la delimitación de espacios específicos en el puerto de Santa Cruz así como la ampliación a Granadilla. Por último, el que tal vez sea el pilar más importante, la intensa labor de promoción internacional iniciada hace justo un año y que se ha desarrollado paralelamente a la puesta en marcha de la ZFT. Durante esta etapa inicial no podíamos limitarnos a estar encerrados en un despacho realizando funciones administrativas. La Zona Franca es una herramienta de promoción del comercio exterior, y como tal no puede tener capacidad de desarrollo si no se posiciona internacionalmente para dar a conocer su existencia y sus ventajas”.

-¿Y qué es lo que ha conseguido?

“En tan solo un año, hemos pasado de ser una zona franca absolutamente desconocida en el ámbito internacional a formar parte de la Asociación de Zonas Francas Americanas (AZFA) y la Asociación Mundial de Zonas Francas (WFZO). En ambos casos como miembros de pleno derecho con voz y voto en sus respectivas asambleas y participando activamente en la toma de decisiones. En un contexto internacional caracterizado por la amplia proliferación de Zona Francas, actualmente nada menos que 3.500 en todo el mundo, Tenerife ha conseguido hacerse un hueco posicionándose como un destino especialmente atractivo, fundamentado su éxito en una ubicación estratégica a la que debemos sumar el principal valor añadido que ofrece la isla: los incentivos fiscales, tributarios y arancelarios derivados de la confluencia de la zona franca y de la ZEC”.

-¿Qué es exactamente lo que diferencia a la zona franca de Tenerife de otras zonas francas europeas?

“Mire, las zonas francas europeas están sujetas a un régimen normativo más restrictivo del que encontramos en las zonas francas del resto del mundo, por ejemplo las americanas, caracterizadas por contar con amplias ventajas fiscales más allá de las meras ventajas aduaneras de las zonas francas ubicadas en Europa. Sin embargo, la compatibilidad de la Zona Franca con el resto de instrumentos de nuestro específico Régimen Económico y Fiscal de Canarias, especialmente con la Zona ZEC y la baja fiscalidad del 4% que ofrece, nos equipara a las zonas francas americanas. Este elemento diferenciador único con respecto al resto de Europa es lo que ha llamado la atención de las Zonas Francas americanas y de los operadores instalados en ella, puesto que encuentran una plataforma logística de condiciones similares a las suyas pero con las garantías jurídicas y políticas de un territorio europeo ubicado frente a la costa africana”.

-Estas ventajas son las que han propiciado el acercamiento de nuestra zona franca a Panamá, pero dígame, ¿qué es eso del Corredor Franco del Atlántico Medio?

“Pues éste puede ser precisamente el mayor de los logros alcanzados por nuestra zona franca, pues lideramos este proyecto creado en la Isla
y que consiste en el establecimiento de un Sistema Logístico Multimodal Transcontinental, cuyo objetivo es garantizar la conectividad entre las Zonas Francas de América, Europa y África Occidental; utilizando como eje central operativo, la conexión entre las ubicaciones estratégicas de Panamá y Tenerife como puntos terminales clave a ambas orillas del Atlántico, a partir de los cuales se establecerá la integración progresiva de otras zonas francas, garantizando el acceso al mercado de de los tres continentes”.

-¿Pero qué supone esto para Tenerife?

“Muchísimo. Este proyecto que nace formalmente mediante la firma el pasado mes de enero de un Convenio de Colaboración entre Tenerife y las 18 zonas francas de Panamá, ha supuesto el punto de partida para la recuperación de un tráfico comercial histórico entre América y Europa, convirtiendo la idea de la tricontinentalidad que ofrecen los puertos canarios en una realidad tangible. Pero lo más importante, es que este proyecto está dando a conocer la Isla como un punto de enlace idóneo para la apertura de los mercados americanos hacia Europa y África Occidental, hasta el punto de captar el interés del Gobierno panameño en su objetivo de crear una herramienta efectiva para la facilitación del comercio dentro de unos parámetros de flexibilidad, agilidad y rentabilidad”.

-Honestamente, ¿nos estamos adaptando o vamos a dejar escapar esta oportunidad? Lo digo porque ahora parece que el puerto  comienza a funcionar y uno va por la avenida de Anaga y ve, por fin, lo que es un puerto: contenedores, grúas, buques, cruceros, plataformas…

“Desde luego estamos viviendo un momento muy esperanzador. La actividad en nuestro puerto crece cada día más y esto no es una casualidad, la Isla lleva años preparándose para este momento, trabajando en diversos ámbitos para complementar nuestra excelente ubicación con todos los elementos necesarios para nuestra consolidación como plataforma logística tricontinental. Como bien dices nos encontramos ante una oportunidad de oro para el crecimiento económico de Tenerife y estamos preparados para no dejarla escapar”.