crítica

‘Historias fortuitas’, de Waldo Vinces, en Espacio Abierto

La galería Espacio Abierto presenta hasta el 7 de noviembre la exposición Historias fortuitas, del pintor norteamericano Waldo Vinces. Interesante e imaginativa muestra por la temática de cada cuadro. Lo que sí es cierto es que los colores brotan a raudales. Es un maestro del cromatismo y un investigador nato.

Elabora su obra con su conocimiento y por su propio esfuerzo, una pintura extraída de su cultura, la que ha vivido durante muchos años y alimentada con impulsos para ser a la vez, narración y memoria. Su trabajo, pienso yo, que es la realidad interpretada con suaves toques expresivos proporcionados por el color. Camina por un mundo imaginativo y sin perder su raíz encuentra su acomodo en resonancias soñadas y dicta descripción desde la perfección con el añadido de algo especial, que hace que su obra vuele hacia lo personal. Pensemos en el gran cuadro que dedica a su familia, lleno de testimonios y de personajes que han formado parte de su vida, o en el que añade un viejo barco, que quizá podamos interpretar que le traen recuerdos y vivencias de un pasado que ya no existe, pero que recuerda con estos trabajos. Lo mismo podemos pensar de las creaciones propias que vemos en la sala donde incrusta a lo mejor un reloj del siglo XIX, o una pequeña pelota llena de coseduras.

Waldo Vinces se expresa desde una obra donde impera el color y la riqueza de matices. El cromatismo a veces es grave, espacios que rozan la abstracción, dejando huellas de jugosidades y jugando siempre con una amplia paleta. Caminos pictóricos recorridos desde su propia técnica, que le llevan a esas manchas que mantienen siempre un nivel de calidad, captando improntas y luces, dejando en cada uno de sus cuadros jirones de belleza.

Lleva más de cien muestras en galerías y museos de diferentes continentes. Sus trabajos se encuentran en colecciones privadas como en la Coca-Cola Company, Delta Airlines, ING Bank, Bank of América… Ha sido galardonado por el gobierno de EE.UU. como artista e intelectual hispano del año 2004 y se le ha otorgado el título de Embajador de Buena Voluntad en las Artes y Cultura, en el mismo año por su trabajo en la integración de distintos colectivos raciales y sociales usando las artes como puente de la comunicación. En 2016 piensa participar en la feria Arco y volver a exponer en Suiza, Alemania y México.

Waldo se ha creado su propio lenguaje, tanto en la obra grande como en el pequeño formato. De nuevo diré que sus piezas están impregnadas de color, en el que cada elemento se convierte en signo y símbolo. Su pintura es la realidad contemplada con intensidad expresiva, siguiendo por caminos muy personales que le permiten crear una obra atrayente, con el añadido de la fuerza en la dicción.

El profesor de la Universidad de La Laguna Atilio Doreste ha escrito a propósito de esta exposición en el catálogo: “Así y ahora, en el rumor de las olas, y pasando las páginas incrustadas de hallazgos, espero que el autor sepa entender la mirada que el aquí presente ha sesgado”.