al golpito

Llegó el momento: rumbo a Nepal

Por fin llegó el momento de la verdad. El esperado, el deseado. Mañana parto con los componentes de la expedición de Cooperación Internacional Dona Vida. No oculto que a lo largo de estos últimos meses del año 2015, he pensado mucho sobre esta nueva experiencia. Viajo a un mundo desconocido, a la otra cara del mundo. Lo hago como voluntario, con el enorme deseo de estar en Nepal lo antes posible. Al escenario donde acudiré y estaré un tiempo determinado, no será de color de rosas. Viajo a las aldeas rurales más duras del país nepalí, en las afueras de la ciudad de Katmandú, cerca de la frontera con la India.

En esta ocasión única en mi vida, me acompañará un grupo de personas maravillosas. En concreto, con Germán Domínguez Naranjo, presidente de Cooperación Internacional Dona Vida; la médico, Cristina Durán y el enfermero, Julián Ángel Mariana Herráiz, ambos de Cuenca, los cuales ya estuvieron anteriormente, en el Programa, Dona Salud Dona Vida, Proyecto que Cooperación Internacional Dona Vida puso en marcha para mejorar la calidad de vida de 3.000 personas, de los que 1.500 son niños y de los cuales 200 menores pertenecen a la casta Parias, ‘Los Intocables’, todos ellos habitantes de una de las aldea más aislada de Nepal, frontera con India, estuvieron en noviembre de 2014, en Sipty, su centro de trabajo, durante su estancia en Nepal. Allí realizaron un trabajo intenso en importante a través de un programa de actividades, cumpliendo así con la citada misión solidaria. El escenario donde acudiré con la expedición experimentada de Cooperación Internacional Dona Vida, es una especie de Neolítico, con su propia cultura, carencias, costumbres, donde la tecnología de los últimos años aún no ha llegado a eso lugares vírgenes de toda evolución revolucionaria tecnológica.

La frontera con la India está casi enlazada, fácil de cruzarla de un salto, siempre y cuando los pasaportes estén en regla. El amigo y hermano Germán, alma máter de esta maravillosa organización Cooperación Internacional Dona Vida, es el culpable de que yo mañana esté en tierras asiáticas. Persona comprometida por una causa; por unos valores, por unos sentimientos y por cicatrizar y salvar muchas vidas humanas. También, por esas miles de personas nepalíes que actualmente no tienen familias ni hogares. Dejo mi tierra por una temporada. Y lo hago viajando con la moral por todo lo alto, lleno de ilusiones y comprometido con Nepal. Si puedo arrancar una sonrisa de un niño, un abrazo de una persona mayor, darles unos caramelos, un paquete de galletas, me quedaría contento. De lo que no tengo la menor duda es que al regreso traeré en mi corazón y mochila, muchos valores que hasta ahora no conocía en mi mundo occidental. Canarias viaja en los corazones de esta maravillosa expedición. Allí, en Nepal, dejaremos la bandera de Canarias lo más alto posible. Ya les contaré con todo detalle lo que vimos y lo que hicimos en Nepal.