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Las mascotas se suben a la guagua

Elena accedió ayer a la guagua junto a su gata Cata, que viajaba dentro del transportín. / SERGIO MÉNDEZ
Elena accedió ayer a la guagua junto a su gata Cata, que viajaba dentro del transportín. / SERGIO MÉNDEZ

Con un peso menor de diez kilos y siempre dentro de su transportín. Esos son los requisitos estipulados por la compañía de transportes TITSA para la entrada de mascotas dentro de las guaguas, situación que hasta ayer no estaba permitida. Con anterioridad, los usuarios que quisieran trasladarse en este medio debían dejar en la bodega de los vehículos a sus animales de compañía, y solo en los trayectos interurbanos, lo que, según la propia empresa, generaba bastantes quejas. Mientras que el tranvía no tenía entre sus prohibiciones la entrada de animales domésticos -siempre dentro de sus habitáculos-, en TITSA solo podían acceder junto con los pasajeros los perros-guía de las personas invidentes.

“Cada vez teníamos más peticiones de que se permitiera el acceso a las guaguas, sobre todo por parte de turistas que pasan una parte de sus vacaciones en la Isla”, explicó a este medio la directora de Marketing de la empresa, Cristina Rosales. La portavoz de la compañía dependiente del Cabildo explicó que tras recibir las distintas peticiones se analizaron las normativas en otros medios de transporte regular de viajeros y, dado que el tranvía permite el acceso, también se optó en TITSA por dejar subir a las mascotas.

Eso sí, se han establecido unos requisitos mínimos. Los animales domésticos no deben pesar más de 10 kilos y, además, tienen que ir en su correspondiente transportín, que puede ser rígido o no. Este elemento no deberá superar las medidas de 60 centímetros de largo y 35 centímetros de ancho y alto.

La responsable de Marketing de TITSA reconoció que esta acción ha provocado cierto malestar en algunos viajeros, sobre todo aquellos que presentan alguna alergia a los animales. “Confiamos en la buena convivencia, y si un usuario no puede ir sentado al lado de una personas con su mascota, se pueda hablar y cambiar de sitio”, indicó. “Creemos que habrá una convivencia tranquila”, añadió.

Precisamente, el estreno de este medida se saldó con un incidente, ya que durante la mañana una conductora de TITSA, al parecer, sufrió una agresión por parte de dos usuarias que querían subirse a uno de los vehículos con un perro envuelto en una manta. Así lo explicó José Francisco González, uno de los miembros del comité de empresa de la compañía, quien se mostró poco partidario de esta nueva medida. Como ejemplos de esta reticencia citó las posibles alergias de trabajadores y usuarios de la empresa, al igual que el hecho de que estos transportines ocupan un espacio en la guagua.

Por su parte, Virgilio Gómez, presidente del comité de empresa, prefirió mantenerse al margen, aunque confirmó que se ha solicitado información para determinar el punto de vista legal de los conductores. “Queremos saber nuestra responsabilidad ante un posible incidente”. Agregó que las guaguas no están preparadas para incorporar los habitáculos de las citadas dimensiones, sino que los viajeros lo tendrán que llevar encima. En cuanto a las posibles quejas, animó a poner las reclamaciones por escrito y no de forma verbal a los conductores.

La otra cara de esta medida es el colectivo que puede sufrir problemas a causa de una alergia, y que ha llevado a algunos usuarios de TITSA a recoger firmas para volver a la situación anterior. Una de las afectadas, Alicia Hernández, explicó que la negativa no es por rechazo a los animales sino porque hay muchas personas que tiene este problema. “La alergia no es solo por el contacto directo con el animal, sino por inhalar las partículas que desprenden y que puede estar en el pelo, la saliva o la orina”, indicó. Matizó que afecta también en el caso de que un perro o un gato haya viajado en una misma guagua varias horas antes. “A mi juicio los más perjudicados pueden ser los niños o mayores, ya que es más complicado que se puedan bajar de una guagua para coger otra”, indicó. Por ello, Alicia Hernández está recogiendo firmas a través de la plataforma Change.org y de forma presencial para pedir al Cabildo y la empresa volver a la situación anterior, ya que hay una alternativa de desplazamiento a través del tranvía.