Un incendio sin daños personales se declaró ayer en el Parlamento de Canarias durante la sesión de control al Ejecutivo. La chispa saltó en la primera de las seis preguntas dirigidas al presidente, tres de las cuales giraban en torno al extinto -un extintor era lo que hacía falta- Impuesto General sobre el Tráfico de las Empresas (IGTE). El portavoz de Nueva Canarias se había empollado el diccionario de los adjetivos descalificativos para leerle la cartilla a Fernando Clavijo. Román Rodríguez regó la hoguera con gasolina y, más adelante, su homólogo socialista, Iñaki Lavandera, sopló con disimulo. “Hasta cuando plantea un parche, como el del IGTE, crea un nuevo problema”. Aunque se refería al Gobierno del PP, en una intervención acerca de la “absurda regla de gasto que vuelve a medir a todas las comunidades autónomas por el mismo rasero”, Lavandera estaba haciendo un guiño a NC, socio de coalición del PSOE para las elecciones generales del 20 de noviembre, a la vez que daba un tirón de orejas a Clavijo por la fórmula de la triple paridad en el reparto de unos recursos que “de momento” no están. “Cuando lleguen ya veremos”, deslizó Iñaki Lavandera como quien no quiere la cosa. El lunes, el senador autonómico y secretario de Organización de los socialistas canarios, Julio Cruz, sugirió que Clavijo se precipitó, pues “aún no se sabe con exactitud de cuánto dinero se trata ni cuándo serán transferidos”. Enfrente, el secretario general de Coalición Canaria y viceconsejero de Presidencia, José Miguel Barragán, emplazó al PSOE a unificar su criterio. “Que dejen de jugar y trivializar con un asunto que es vital para Canarias”, remachó.
En la sesión de este martes, Rodríguez agarró a Clavijo de la solapa y lo abroncó por “armar los dos líos de la legislatura para exculpar” al PP de las consecuencias de la eliminación de los “755 millones de euros del convenio de carreteras y por los 160 millones de euros inexistentes del IGTE”. Le echó en cara que actuara como un “pirómano” en vez de ejercer de “bombero”. Clavijo no se achantó: “Si algún partido propicia la división es Nueva Canarias. Son seis cabildos contra uno [Gran Canaria]”. Se escudó en el anunciado plan de reactivación económica.