Desprendimientos en la carretera La Aldea por el temporal

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene todavía para hoy el aviso amarillo por fuertes lluvias en Tenerife y Gran Canaria, y ayer incorporó a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. En las cuatro pueden producirse intensas precipitaciones, que podrían llegar a descargar 15 litros de agua por metro cuadrado en solo una hora.

En el caso de Gran Canaria, queda fuera del aviso la vertiente norte de la isla. En cambio, anoche se desactivaron los avisos por viento y fenómenos costeros que estuvieron vigentes todo el día. Para mañana, en cambio, se prevé una mejoría general del tiempo en todo el Archipiélago, que se apreciará ya desde esta misma tarde en las islas de El Hierro, La Palma y La Gomera.

Tenerife, debido al viento y el mal estado de la mar, junto a La Palma y Gran Canaria, fueron las más afectadas ayer por el temporal, que en algunos puntos del Archipiélago dejó fuertes aguaceros y rachas de viento superiores a los 110 kilómetros por hora.

En Santa Cruz de Tenerife, las olas volvieron a producir daños en la obra de la escollera de San Andrés, aunque desde la Autoridad Portuaria señalaron que estos solo afectaron a los 80 metros en los que todavía se está trabajando. De hecho, las mismas fuentes señalaron que gracias a los más de 200 que ya están protegidos el pueblo pudo mantenerse a salvo del oleaje.

También se produjeron, como en la jornada precedente, algunas retenciones de tráfico en la TF-5 y retrasos en de vuelos en el aeropuerto Tenerife Norte.

En La Palma, mientras tanto, la Consejería de Emergencias del Cabildo informó que la situación de alerta por tormenta generó rachas de viento de más de 90 kilómetros a la hora, que no provocaron incidentes graves ni daños personales.

En Gran Canaria la situación sí fue algo más complicada, especialmente en puntos como La Aldea de San Nicolás, cuya carretera de acceso tuvo que ser cortada por desprendimientos producidos a causa de la lluvia. En Mogán, las precipitaciones dejaron pequeñas inundaciones y corrimientos de tierra. Además, en el barranco de Arguineguín una tubería general sufrió una rotura por la presión del agua.