de puntillas

África – Por Juan Carlos Acosta

Parece que algo comienza por fin a moverse de forma positiva desde Canarias hacia África. Africagua 2015, el congreso por excelencia del archipiélago que aúna la innovación en las tecnologías de las energías renovables y el agua desde Fuerteventura, ha sido una cita memorable. Sobre todo porque hay un hito destacable: la presencia del Gobierno de los Estados Unidos, con una amplia delegación de sus empresas, que estudia aplicar el plan Power África de Barak Obama desde las Islas, como base de sus operaciones para esta parte del continente vecino.

El hecho no es menor, puesto que cabe deducir que a partir de ahora la Comunidad Autónoma estará en el mapa de la Casa Blanca y en el de los emprendedores norteamericanos. Y eso refuerza como nunca antes la aspiración de Canarias de convertirse en punto de referencia y centro de operaciones intercontinentales con África Occidental.

En ese escenario ha sido un acontecimiento difícil de explicar el convenio firmado por Casa África (que ha dado un giro de 180 grados en su gestión con el nuevo director general, Luis Padrón) con el instituto estadounidense IP3-Tetra Tech, precisamente el responsable ejecutivo de la marcha del plan de Obama hacia África, para formar a autoridades y directivos africanos en la sede central de la institución diplomática española en Las Palmas de Gran Canaria, con un importante presupuesto de dólares adjunto.

Decía que era difícil de explicar esta operación sin precedentes en la vertiente africana de Canarias, esperada desde hace años como agua de mayo, a no ser que se sepa que el asunto llevaba un lustro cocinándose en la cartera de la ahora Dirección General de Relaciones Económicas con África, antes Relaciones a secas, y de su titular, Pablo Martín Carbajal, un departamento autonómico llamativamente exiguo, por no decir unipersonal; lo que da más valor, si cabe, a ese logro.
Es de esperar que, con este viento de cola, el resto de las instituciones, incluido el ente público de la Radiotelevisión Canaria, que debe dar carácter de normalidad a la información necesaria y estratégica al respecto, tomen el toro por los cuernos y secunden una tendencia de interés regional en doble sentido: de una parte, que África seguirá creciendo a pesar de la desaceleración coyuntural de la economía mundial, acentuada por la caída de los precios de los recursos naturales y por la reducción de las inversiones de China; y, de otra, que el continente vecino deberá entrar en la senda del desarrollo forzoso para frenar la emigración a base de apuntalar economías sólidas con buenas gobernanzas. En ambos casos, Canarias estará en una situación geográfica y estructural única para rentabilizarlo, tanto humanitaria como económicamente.

Y ya que estamos en Tenerife, también es alentador que el nuevo equipo de gobierno insular no haya reducido su atención hacia África y su apoyo a su órgano competente, Acción Exterior. Era de esperar por la clara vertiente africanista de su presidente, Carlos Alonso, con quien he compartido en más de una ocasión alguna misión en Senegal; en esa senda ya iniciada por su antecesor, Ricardo Melchior, hoy en el timón de la Autoridad Portuaria de la provincia occidental, y único canario que puede presumir de tener una calle con su nombre en la ciudad de Saint Louis, Senegal.