El Consejo de Gobierno del Cabildo de Tenerife aprobó la semana pasada la contratación de los servicios para la realización de ensayos físicos y numéricos en el canal 2D del anteproyecto que ya se ha realizado para la reparación del dique de Bajamar, en La Laguna, por un importe que ronda los 53.000 euros. Aunque la previsión era contratarlo durante la primera semana de octubre, según dijo en aquel momento el director insular de Fomento, Miguel Becerra, el procedimiento se ha retrasado finalmente un mes, y los resultados no estarán disponibles hasta dentro de dos o tres meses, con lo que previsiblemente será para el próximo año 2016, según informaron desde la Corporación insular.
Este ensayo supone una prueba de laboratorio en Santander, donde se simularán los efectos de la propuesta técnica que se ha elaborado para ver su viabilidad, según explicó Becerra, a finales de septiembre, a DIARIO DE AVISOS. “En este tipo de obra marítima se suelen hacer simulaciones, en una gran piscina, con el tipo de dique proyectado, el oleaje, la profundidad… que permite ver cómo será el comportamiento” de la infraestructura, porque “no te puedes arriesgar a construirlo y que falle”, indicó al respecto.
En este sentido, el director insular de Fomento señaló que si los resultados son positivos, en dos meses podría empezar a redactarse el proyecto definitivo de construcción, que tiene por objetivo la incorporación de un elemento amortiguador que reduzca la rotura violenta de la ola en la costa, con lo que así se evitarán futuros desperfectos. Sin embargo, si son negativos, habrá que realizar las modificaciones oportunas sobre el anteproyecto y volver a redactarlo. Una vez se cuente con el proyecto definitivo, antes de sacarlo a licitación hace falta contar también con el permiso de Costas. La intención del Cabildo es que las obras puedan comenzar a lo largo del próximo 2016, aunque todo depende también de la financiación. Cabe recordar que los daños que presenta en la actualidad el dique derivan, en su gran mayoría, de un temporal que golpeó la zona a mediados de diciembre de 2012.