Es sabido que ningún sistema político es perfecto, si bien, casi todos convenimos en que la democracia es el mejor de los posibles para convivir aunque sea sin querernos. Sabe dios que los extremos a izquierda y derecha se quedan al margen aunque dentro, es decir, los autócratas siguen unidos espalda con espalda soñando con sus tristes dictaduras.

El resto, la mayoría nos dimos unas reglas para vivir en democracia; una constitución, leyes de todo tipo y color
-sobra el 80%-, ejércitos, policías, y un orden estructural, las autonomías y las autonosuyas. ¿Fichas y dados? Los poderes del Estado.

El inicio de nuestra constitución reza: “La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de: garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo, consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular… En su segundo artículo dice: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. Es sencillo.

Dicho lo que, lo que sucede en Cataluña es solo una golfada dirigida por el partido que ha sido el más cruel en el gobierno de su autonosuya -pleonasmo-, mutilando derechos y bienestares a diestro y siniestro, de la mano de Pujol más Mas, hoy -Anti Convergencia Autocrática de Cataluña, la ACAC-. Para ello se han entregado a los brazos de: Forcadell, Junqueras, Romeva, sus antípodas políticas, para al final arrodillarse ante Baños y su CUP, ha sido siempre el mismo anticapitalista que tiene claro que hay que cambiar y castigar lo perpetrado durante los gobiernos de Pujol y Ferrusola, S.L, y Mas de ACAC, artífices e imagen de los recortes para los demás, mientras para ellos el libertinaje del poder y ahora la independencia que tape sus sin vergüenzas -mamansas- e irse de rositas al país de nunca jamás con las bolsas llenas de miseria a lo Tirano Banderas en Santa fe de Tierra ¿Chantaje, olvido legal de delitos, que extinga la culpa de sus autores, extorsión, pelas, qué…? Solo lo saben los chantajistas.

En La Resistencia, Sábato se refiere a cómo el carácter moderno de la actualidad ha hecho que cada vez más nos olvidemos y evadamos lo verdaderamente esencial. Leamos.