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“Cómo nos vamos a ir de aquí, con lo bonito que es Bajo la Cuesta”

Los derrumbes son a causa de la ampliación de la autopista. | NORCHI
Los derrumbes son a causa de la ampliación de la autopista. | NORCHI

“Cómo nos vamos a ir de aquí con los bonito que es Bajo la Cuesta…”, comentó ayer una veterana vecina del pequeño núcleo costero de Candelaria, sujeto a una orden de desalojo voluntario que se cumple hoy mismo. Tras solventar los recursos de los vecinos y pedir nuevos informes técnicos, que se suman al inicial de la empresa Icinco, el Ayuntamiento de Candelaria le dio un nuevo plazo al centenar de vecinos de Bajo la Cuesta para que abandonen de manera provisional y de forma voluntaria las 53 viviendas que ocupan bajo una ladera que se considera insegura según los informes técnicos, que hablan de posibles avalanchas y derrumbes.

Sin embargo, los vecinos, tal y como se pudo comprobar ayer, mantienen la calma y su deseo de “resistir”, atendiendo a sus propias convicciones y las recomendaciones del abogado valenciano José Ortega, que desde hace nueve años lleva la batalla que Bajo la Cuesta libra contra la Dirección General de Costas, al estar sujeto también a un deslinde marítimo-terrestre que el abogado entiende no se ajusta a lo recogido en 1969. Pero la batalla con Costas ha quedado pendiente ante la amenaza de que se cumpla un desalojo que pudiera ser forzoso si la Justicia le da el permiso al Ayuntamiento para ejecutarlo.

“No nos movemos de aquí, porque llevamos 50 años viviendo bajo estas piedras y si ahora se cae alguna es porque cuando ampliaron la autopista dejaron los escombros sueltos”, señala uno de los vecinos en uno de los corrillos que habitualmente se forman a la sombra de un frangollano, “plantado por el Ayuntamiento”, remarcan.

Un vecindario unido en mantener aquellas cuevas-casas que en muchos casos heredaron de sus padres venidos de Igueste, aunque también los hay quienes la compraron posteriormente, “y encima no pagan al abogado”, dice uno de los residentes de larga duración.

Todos coinciden en señalar que no abandonarán las viviendas porque “eso será el final del barrio” y señalan a la alcaldesa como “la gran culpable” por ejecutar una orden de “su anterior jefe, José Sindo”, al que le recriminan que desde 2010 quisiera desalojar Bajo la Cuesta, “que si fuera tan inseguro no mandaría al camión del butano hasta aquí”, señalan con sorna.