La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó ayer la liquidación del contrato que el Consistorio mantenía, hasta 2013, con el empresario Félix Marrero a cuenta de la recaudación de tributos municipales en periodo voluntario. El resultado de este expediente, en el que se viene trabajando desde hace casi dos años es que la empresa ha de pagar al Ayuntamiento la cantidad de 3.938.000 euros. Así lo explicaba ayer al término de la Junta Local el concejal de Hacienda y Recursos Humanos, el nacionalista Juan José Martínez. “En 2013 el Pleno municipal declaró nulo el contrato con esta empresa, momento a partir del cual se creó una comisión de liquidación para determinar los derechos y obligaciones que Ayuntamiento y empresa tenían”. El resultado de esa comisión es el que hoy ha aprobado el equipo de gobierno.
Según Martínez, “la liquidación se ha realizado teniendo en cuenta el coste efectivo de la prestación del servicio, puesto que es innegable que se ha realizado un servicio al Ayuntamiento pero también que se ha pagado por esa prestación”. “Se trata de que la empresa no pierda pero tampoco que gane a costa del Consistorio”, añadió el edil.
La cifra de casi cuatro millones de euros, detalló Martínez, se calculó teniendo en cuenta los últimos cuatro años, de forma que la diferencia entre los ingresos que obtuvo la empresa por el cobro de tributos para el Ayuntamiento y el coste efectivo calculado por la comisión liquidadora da como resultado un saldo a favor del Consistorio de Santa Cruz de Tenerife. Como toda resolución, explicó Martínez, una vez que se le comunique a la empresa, tendrá un periodo de alegaciones y finalmente, si estas fueran desestimadas, podrá acudir al juzgado, a través de un contencioso-administrativo para recurrir dicha decisión.
Sentencia
La anulación del contrato con la empresa de Félix Marrero tuvo como principal consecuencia que los 23 trabajadores que prestaban el servicio fueran despedidos. La plantilla al completo recurrió el despido alegando su improcedencia y pidiendo que se les incorporara como trabajadores del Ayuntamiento puesto que, en la práctica, era para esta entidad para la que trabajaban. El juzgado les ha dado la razón y después de dos años de espera, desde el pasado 20 de octubre están dados de alta en la Seguridad Social como trabajadores del Ayuntamiento. Sin embargo, tal y como explicó el también concejal de Recursos Humanos, “no podemos incorporarlos al Ayuntamiento porque no hay funciones que darles”. “El servicio de cobro de tributos se hace con personal propio y las prioridades de incrementar personal se centran en las plantillas de Servicios Sociales y de la Policía Local”, añadió. Por tanto, hasta nueva orden, el Ayuntamiento cotizará por estos 24 trabajadores aunque sin que estos desarrollen un trabajo efectivo para el mismo.
Desde el Ayuntamiento capitalino se repite una y otra vez que desde que se presta el servicio de cobro de tributos en periodo voluntario por personal municipal se ha mejorado en eficiencia y se ha aumentado la recaudación, además del ahorro que supone no tener que pagar los más de tres millones de euros anuales que suponía el contrato con Marrero.