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¡Esto es Tenerife!

Un grupo de jugadores blanquiazules celebra un tanto ante el Mirandés. / S. M.
Un grupo de jugadores blanquiazules celebra un tanto ante el Mirandés. / S. M.

Se fue Agné y llegó Martí, pero en la Isla siguen estando el club y su afición, siempre por encima de nombres propios. A esa comunión apelan todos los protagonistas del bando local antes del compromiso de hoy.

Duro será el Alavés, un rival hecho para estar arriba, que ha iniciado a buen nivel la competición pese a estar todavía en fase de acoplamiento y que parece estar tocado con la varita mágica que le permite ganar puntos cuando ya los tiene perdidos.
Equilibrio, actitud y compromiso ha pedido en las horas previas el ilusionado nuevo técnico. José Luis Martí variará pocas cosas a nivel táctico respecto a las aportadas por su predecesor en el cargo, un Raúl Agné que ya es recordado por su última frase en la sala de prensa del recinto deportivo blanquiazul: “No me llaméis más”.

Con Martí al frente de la nave blanquiazul comienza una era en la que debe primar el buen fútbol y las oportunidades, como la que al balear le han brindado en su primera experiencia en un banquillo profesional.

El técnico ya lo advirtió ante los medios de comunicación: “En Segunda División solo se puede competir al 100% porque el 99% no te da para ganar partidos”. Martí lo sabe, lo conoce en persona… y más cuando el rival es un Deportivo Alavés amenazante.

El cuadro de Pepe Bordalás quiere estar arriba y su técnico no esconde esas intenciones. Al amparo de su gente, en Mendizorroza, se ha convertido en un contendiente que siempre va a la guerra con un referente ofensivo como Gaizka Toquero. De vuelta a casa, el vitoriano es la imagen de una entidad que quiere volver a ser grande.

En la Isla espera el Tenerife, tocado, pero no hundido “ni en situación agónica”, como decía uno de los estandartes del nuevo espíritu espartano que quiere reinar en la plantilla, Vitolo.

José Luis Martí recuperará para el compromiso de esta tarde a Raúl Cámara y Alberto Jiménez, dos de los jugadores que nunca fallan en dos de los aspectos que ha exigido el nuevo entrenador, actitud y compromiso.

Para dotar del tercero al equipo, ese que llaman equilibrio, está Aitor Sanz. El centrocampista quiere recuperar su mejor versión. Sí, esa que le llevó a ser uno de los mejores medio centros de la pasada campaña.

Este año su inicio liguero no ha sido el esperado, pero Sanz mantiene un propósito de enmienda diario, el mismo que quieren mostrar los canteranos, que buscan más protagonismo con el cambio de técnico.

Todos parten de cero, pero Cristo González parece tener un hueco fijo en el once para esta semana. Es el único jugador diferente que hay en una plantilla que no ha dicho su última palabra.