ARONA

Pablo Pineda disfrutó de su experiencia con ballenas en Arona

El conferenciante malagueño junto a Eloísa González, Matías Alonso y Leopoldo Díaz. / DA
El conferenciante malagueño junto a Eloísa González, Matías Alonso y Leopoldo Díaz. / DA

Es malagueño, de 41 años, y se presenta, todo efusivo, sin cortarse un pelo y con el mundo por montera. Lleva en la mano un bolígrafo Bic con dos tapas, una por cada extremo, para no desgraciar los bolsillos de las camisas, con el que juega permanentemente haciendo de palillo de batería en la palma de su mano izquierda. Mira a los ojos fervientemente, es prudente, escucha, tiene una memoria de elefante, se acuerda de todo, de fechas, de nombres y apellidos, de lo que no vivió pero ha leído o escuchado.

No se le escapa nada. Es un lince. Tiene respuesta para todo, hasta para explicar en un periquete lo que es la fama, de forma atípica, y que el auditorio le aplauda a rabiar. Opina con una independencia envidiable a pesar de su corta edad. Es enamoradizo, sentimental, sensible, entrañable, y conquista. Se llama Pablo Pineda. Es actor, conferenciante y maestro. Dicen que tiene síndrome de Down. Quien lo diría. ¡Agüita! Si te lo encuentras, toma precauciones porque termina apabullándote con su sinceridad y gracejo andaluz.

No para la pata. Es un todoterreno. No se siente ni más ni menos discapacitado que los que identificamos como personas normales. Se considera, eso sí, distinto, único y más intuitivo de lo habitual. El otro día era uno de los invitados más sobresalientes de la gala de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Ahora ha visitado Tenerife, para hablar de su último libro Niños con Capacidades Especiales [Manual para padres] y para visitar las ballenas y los delfines de la costa de Arona, invitado por el proyecto cultural y medioambiental Arona Son Atlántico, que apoya el Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Arona.

“Espero conquistar a las ballenas” dijo antes de subir al catamarán Bonadea II en Puerto Colón, con la presentadora de Clave de Ja, Eloísa González, el actor Matías Alonso, el concejal de Cultura de Arona, Leopoldo Díaz, y el submarinista Sergio Hanquet.

José Julián Mena, alcalde de Arona, dio la bienvenida a Pablo Pineda en el Centro Cultural de Los Cristianos, ante un nutrido aforo, en el inicio de la charla que celebró el primer universitario de Europa con síndrome de Down con el periodista Carmelo Rivero. “Es un honor recibirte en este municipio sin límites para las capacidades, que te dedica una sonrisa y mucho cariño en el marco de Arona Son Atlantico, una iniciativa que está desarrollando una labor magnífica en favor de la conservación de los océanos”, dijo Mena.

Pablo Pineda arrancó afirmando que “en Canarias me siento como en mi casa, en familia. Andaluces y canarios tenemos mucho en común, filin, clima”. Y piensa en voz alta: “La capacidad para amar, para empatizar no se valora. Exaltamos lo negativo y minimizamos lo positivo”. “Todos los hijos son especiales. Mi libro está escrito para todos los padre y los hijos y es autocrítico. Solemos caer en la tentación del mínimo esfuerzo. Esta actitud para una persona con síndrome de Down es muy peligrosa porque le hunde en la miseria. Por eso hay que estar muy encima de personas con esta tipología”.

Pineda no es partidario de la “sobreprotección” a los niños, y menos a los diagnosticados con síndrome de Down. “Yo, desde niño, a los nueve años, aprendí a ser independiente. Mis padres me vigilaban a distancia pero yo no lo sabía. Actuaban como si fueran personajes de una película policíaca para que no los descubriera. Ese aprendizaje de valerme por mí mismo me ha servido de mucho en la vida para desenvolverme con autonomía”, matizó el escritor y actor.

El moderador, Carmelo Rivero, le dice a Pineda que su libro “está escrito desde dentro y está dirigido a todos”. Él le responde que si algo hay que hacer con el libro al leerlo “es no pensar, no leerlo con la mente sino con el corazón”.

Pablo Pineda (c) junto al alcalde de Arona (izq.), José Julián Mena, y el periodista Carmelo Rivero. / DA
Pablo Pineda (c) junto al alcalde de Arona (izq.), José Julián Mena, y el periodista Carmelo Rivero. / DA

Concepto de la fama
El maestro malagueño comenta que hasta que actuó en el cine, con Lola Dueñas, en la película Yo, también, “ya no me consideran un niño sino un actor”. “Soy muy conocido en Málaga, tierra de artistas, pero no tanto como Pablo Alborán”, bromea. Y el moderador le sorprende con una pregunta a bocajarro. “¿Qué es la fama para ti?”, le espeta. Pineda no se arruga y no tarda en responder con agudeza a pesar de que no había cuestionario previo. “La fama es lo que tú cultivas todos los días. Hay que tener cuidado con la fama. Cada uno debe decir voy a ser yo y hacerte famoso por tus méritos, por tu talento”.

Pineda está en plantilla,desde hace cinco años, en la Fundación Adecco, la única que posee en el mundo este grupo internacional de gestión de recursos humanos. Esto le permite recorrer España para incentivar la inserción laboral de colectivos desfavorecidos. Pineda está convencido de su activismo en favor de la integración de las personas con capacidades especiales. “Ya hemos llegado al Ministerio de Trabajo, al ministro no; creo que les falta un bañito en políticas de integración en empleo y educación”, señala.

No rehuye ningún tema el que se considera fan de Malú y empedernido seguidor de la serie televisiva de Victoria Prego sobre La Transición. “La Universidad es una institución fría, individualista”, señala. Y no renuncia a abordar un tema tabú: “La sociedad cree que las personas con síndrome de down somos asexuados y si dices lo contrario se arma el escándalo. Las chicas no se relacionan con nosotros por el miedo a qué dirán y si te declaras en público a una chica se asustan”. Y explota a carcajadas.