Coordinado por Antonio Salazar
Una característica común de los emprendedores es el entusiasmo. No son pocos los casos en que descubren lo mucho que le gustaba el sector en el que despuntan y el grado de conocimiento y especialización que son capaces de desarrollar. Pero no resulta habitual que estas cosas ocurran fruto de una de esas casualidades que, a veces, dan la sensación de esconderse en hechos tan fortuitos como insospechados. Y sucede, claro que sí, como puede corroborar Juan Cano, hoy en boca de muchos por el salto protagonizado por su empresa Surfilm, capaz de atender las necesidades de las principales -y exigentes- productoras norteamericanas, lo que ha vuelto a suceder con el rodaje en la Isla de la quinta entrega de Jason Bourne.
-Tiene cierta gracia que su emprendimiento surja como consecuencia de la rígida burocracia española…
“Más bien por los horarios del Ayuntamiento de Adeje. Alguien del sector precisaba de un permiso urgente para poder filmar al día siguiente en la Playa de las Américas y estaba cerrado. Me brindé a ayudarle, tras explicarle que estaba abierto hasta las tres de la tarde, lo que dio pie extender mi colaboración y darme cuenta que eso era lo que quería hacer. Para mí era bastante habitual ver en el pueblo a fotógrafos y modelos, pensé que podría prestar algunos servicios, buscar localizaciones para publicidad, documentales, pequeñas producciones. Te das cuenta que en invierno y por culpa del mal tiempo que hay en Europa, apenas pueden desarrollar esas actividades allí y que nosotros tenemos todo lo que puedan precisar”.
-Y de aquella casualidad inicial desarrolla usted un negocio de asistencia a las grandes productoras, que es a lo que se dedica Surfilm.
“Una vez conseguía atraer estos clientes para Canarias pensé que no debería limitarme al invierno, que estaba seguro que en verano también podría interesar. Así ocurrió, luego vas desarrollando una relación de confianza con profesionales de toda Europa y me encomiendan hacer lo mismo que aquí en países de Latinoamérica, estaban contentos y contábamos con el idioma a nuestro favor. Así es como trabajamos en Cuba, Costa Rica, Brasil o Uruguay. Terminamos constituyendo una sociedad que, aunque tiene sede en Canarias, está también en Barcelona y Alemania y que trabaja en casi toda Europa y América”.
-Usted ya había tenido su propia empresa y la había cerrado.
“Trabajaba en una agencia de viajes cuando ocurrió lo de Adeje. Pero antes tuve una empresa de menaje de hostelería y suministros hoteleros, tiempos en que no había internet. Funcionó bien un tiempo pero algunos impagos de determinados clientes la volvieron imposible”.
-Casi un golpe de fortuna le convierte en un empresario del sector cinematográfico pero su carrera posterior ha estado jalonada de éxitos, casi diría que uno tras otro.
“Hemos estado en algunas grandes producciones, lo que ha pasado en un margen relativamente corto de tiempo. Las dos partes de Furia de Titanes, A todo Gas, In the heart of the sea o la más reciente de Bourne son más de lo que podía imaginar cuando comencé. Es el sueño de cualquiera que ame esta profesión. Conforme pasa el tiempo me lo voy tomando de manera distinta, consolidando un grupo que nos de la posibilidad de competir, con un equipo hecho”.
-Estas grandes producciones no son solo interesantes para nuestros políticos, siempre tan dados a salir sonrientes en la foto. Supongo que hay una transferencia de conocimiento desde quienes vienen a trabajar a aquellos que aspiran a labrarse un futuro en el séptimo arte.
“Y está ocurriendo. Alguna vez me han preguntado por los ‘teóricos’ beneficios de estas películas y ese es, precisamente, uno de ellos, el permitir estar al lado de los más grande de la profesión. Lo que pueden aprender en un mes no lo aprenderán en años de estudio y son oportunidades que no deben desaprovechar. De hecho, a nosotros nos han quitado algunos profesionales que ya se han ido porque les han ofrecido mejores condiciones o les dan más tiempo de trabajo y en los mejores lugares del mundo”.
-¿Es posible crear una gran industria en Canarias?
“Estamos trabajando y dando los pasos para ello, pero es algo en lo que debemos involucrarnos todos. Y eso pasa, como decía, por aquellos que se quieran dedicar al cine entrar aunque sea sirviendo cafés porque es la mejor manera de aprender, estando próximos a gente de primerísimo nivel. Pero no solo, los proveedores son capitales, empresarios que deben ser conscientes de que todo lo que se encuentre aquí no será traído de fuera y estamos hablando de muchas cosas, generadores, coches, grúas… que estén bien cuidados para llamar la atención y nadie se plantee que la apariencia es una señal de mal estado, nadie va a contratar una grúa mal cuidada y llena de cemento si piensa que no tiene el mantenimiento correcto. Una avería en un rodaje supone retrasarlo todo unos días y estamos hablando de mucho dinero. Los americanos creen en el cine como una industria, esa es su visión y ajustan los costes porque su primera idea es que aquellos que invierten no pierdan su dinero”.
-Los incentivos fiscales juegan en nuestro favor ahora mismo. Por no tenerlos bien definidos se perdió la oportunidad de acoger Misión Imposible, que terminó en Marruecos. ¿Cree que hemos superado esa fase de incertidumbre?
“Competimos con sitios que tienen muy consolidados y ensayados sus incentivos fiscales. Malta lleva 25 años y nosotros estamos arrancando, hemos tenido que hacer consultas vinculantes a la Agencia Tributaria con el fin de poder responder a muchas de los requerimientos de estas empresas. Brasil, República Dominicana o Colombia han creado sus propios incentivos pero los grandes estudios no se fían, el problema tradicional de la seguridad jurídica. Todo lo que podamos cerrar en ese campo será una ventaja añadida. Y debemos ser diligentes, no es posible que las devoluciones de la agencia tributaria se demoren un tiempo o que estén sometidas a revisión cuatro o cinco años sin que pueda cerrarse el proyecto, sencillamente porque esa no es la forma de trabajar de los estudios. Todo debe estar claro desde el principio, saber a que atenernos”.
-Tiene ya en mente otro gran proyecto como el de Bourne.
“Mi gran proyecto inmediato es descansar con la familia, es algo que nos merecemos después de estos meses de trabajo”.