el charco hondo

Rivera

En sus manos no estará el Gobierno, pero sí la gobernabilidad. Albert Rivera tendrá la llave que abra puertas, leyes, presupuestos, pactos e iniciativas parlamentarias de calado. Él será la llave. De ahí la relevancia de lo que ayer adelantó a este periódico. En la entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS Albert Rivera ha garantizado que defenderá el REF, o lo que es lo mismo, que sabe, comprende y hará valer que Canarias requiere reglas del juego específicas. Entierra dudas, confirma que conoce y se compromete. A partir del 20 de diciembre las Islas mantendrán una conversación permanente a dos bandas: con quien gobierne -sea quien sea- y con el líder de Ciudadanos, al que las urnas convertirán en el interlocutor que todos busquen, en la puerta que todos toquen (también Canarias, claro). De ahí la trascendencia de lo que Rivera adelantó en la entrevista que publicamos ayer. Su compromiso con el hecho diferencial implica una condición ineludible para firmar contratos con Canarias, un requisito para empezar a hablar. Aclarado. Despejada la duda. Ahora sí, se da el contexto para poder trabajar con él cuando eche a andar la legislatura. Rivera crece. El líder de C’s encaja bien con la genética electoral de quienes habitan en el cantón tinerfeño: representa lo nuevo pero dentro de un orden y juega con solvencia a ser el Adolfo Suárez de esta segunda transición, ingredientes que calan bien por aquí, en una sociedad a la que si le levantan dos o tres manos de pintura con una espátula le asoman las siglas de la UCD. Rivera es la lectura catódica del programa, programa de Anguita, ha convertido la televisión en su terrritorio porque sabe que en estas elecciones quien no está en la parrilla -de televisión- no está, a secas. La próxima legislatura Canarias mantendrá una conversación constante con el Estado a dos bandas: con el partido que gane y con Rivera. La estabilidad parlamentaria pasará por él. Ciudadanos será la llave que abra muchas puertas.