TRIBUNALES

Un santacrucero irá a prisión por golpear a un revisor del tranvía

Un joven de 28 años de edad y natural de Santa Cruz de Tenerife será el primer condenado en toda España que ingresará en prisión como consecuencia de la pena impuesta por una agresión a un trabajador del tranvía, siempre en referencia a la etapa más moderna de este medio de transporte público.

La histórica sentencia, que supone un nuevo reconocimiento a la condición de autoridad con la que cuentan estos revisores y agentes fiscalizadores durante el ejercicio de sus funciones, fue dictada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de La Laguna el pasado mes de marzo y ratificada por la Sección Sexta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife en días pasados.

Cuentas pendientes

Aunque la pena por la agresión a este trabajador fue de ocho meses de prisión, la ley impide que se suspenda la ejecución de la misma (que no es automática sino una prerrogativa del juez) cuando existe otra decisión judicial anterior igualmente privativa de libertad.

[sws_pullquote_left]El condenado pegó a su víctima al pedirle que quitase los pies de un asiento[/sws_pullquote_left]

En el caso que nos ocupa, la sentencia de la Audiencia provincial rechaza el recurso presentado contra la desestimación del juzgado lagunero para suspender la pena en que el afectado cuenta en realidad con otras dos condenas pendientes de cumplimiento. Además del ya citado periodo de ocho meses de encarcelamiento, la pena incluye igualmente la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y dos de días de localización permanente y abono de las costas generadas por el proceso en cuestión. Tal decisión judicial es ahora firme al desestimar la Audiencia provincial el referido recurso de apelación, del que también deberá el afectado abonar las costas.

En cuanto a la indemnización al trabajador agredido, el titular del citado juzgado lagunero estipuló una cantidad de 700 euros.

Comportamiento violento

En cuanto a los hechos en sí, la Justicia considera probado que el pasado 3 de marzo la víctima de la agresión, que desempeñaba sus funciones como agente fiscalizador en el tranvía tinerfeño, llamó la atención al ahora condenado “por estar reposando sus extremidades inferiores en un asiento”, según detalla la sentencia en cuestión. “Sin mediar palabra” el agresor “le propinó un primer golpe directo en el pómulo izquierdo y después, como quiera que el agente intentó neutralizarlo dada su agresividad, cayeron al suelo donde lo siguió golpeando hasta que intervinieron dos agentes de seguridad”.

Como consecuencia de esta conducta, que el tribunal considera como constitutiva de un delito de atentado contra la autoridad y de una falta contra las personas, el trabajador sufrió heridas consistentes en “tumefacción en la región malar, erosión en la cara lateral izquierda del cuello y molestias en el hombre y la muñeca izquierda, por todo lo cual requirió un total de catorce días para su curación.